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¡Alerta, piojos!

¡Alerta, piojos!

Aprovecha que los niños no van al colegio para deshacerte de una vez por todas de estos molestos inquilinos.

Carmen Barreiro / Madrid

Lunes, 11 de mayo 2020, 18:46

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Esta época de cuarentena obligada es un buen momento para acabar con los piojos (cualquier otra también). Revisen cabezas y sigan los consejos de Blanca González, vocal de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos, y una experta en el exterminio de estos indeseables bichitos que pueblan la cabellera de los escolares cada curso para desesperación de sus padres. Apunten.

Mira bien detrás de las orejas y en la nuca

Debemos revisar la cabeza de los niños al menos una vez a la semana aunque no nos haya llegado ninguna nota del colegio ni tengamos sospecha de que pueden tener ‘inquilinos’. Se debe prestar especial atención detrás de las orejas y en la nuca, las zonas favoritas de estos bichos. Ayuda hacerlo con el pelo mojado o con algún acondicionador para que los piojos se muevan más lento. También podemos usar una lendrera –mejor si las púas están acanaladas– o un peine de detección. Si observamos algo parecido a partículas de caspa, pero no se desprenden fácilmente del pelo debemos sospechar que pueden ser liendres.

No siempre pica, de hecho cuando pica suele ser tarde

Que los niños se rasquen la cabeza es una de las señales que más rápido alertan a los padres de la presencia de piojos. Sin embargo, hay que aclarar que no siempre pica. De hecho, el picor es un ‘síntoma’ tardío. Así que, insistimos, hay que revisar cabezas a menudo.

Las fases de la infestación... hay dos

Si solo encontramos liendres la infestación es antigua. Si, por el contrario, encontramos piojos y liendres se trata de una ‘colonización’ más reciente.

La técnica definitiva no son los remedios caseros

Lo más importante para acabar con los piojos es usar productos eficaces y seguir las instrucciones del farmacéutico y el fabricante. La permetrina es el tratamiento más habitual. Se trata de una especie de ‘insecticida’ para los piojos, pero es cierto que puede crear resistencia, por lo que han aparecido en el mercado otros activos con mecanismos no químicos que no tienen este problema y que, además, pueden usarse en las cabezas de los más pequeños, como son las siliconas o el alcohol benzílico, por ejemplo.

La lendrera, una de las claves

Es muy importante –pero mucho– usar una buena lendrera. Debe de tener una separación máxima de 0,3 milímetros entre las púas y si además está acanalda, mejor que mejor.

¡Ay!, las leyendas urbanas

Los piojos no saltan, ni vuelan... Se transmiten por contacto directo. Es decir, juntando las cabecitas. Tampoco tienen preferencia por un tipo de pelo, ni por el cabello sucio. Las mascotas no los transmiten, ya que no son huéspedes del mismo piojo que nos infesta a los humanos. Con los remedios caseros hay que tener mucho cuidado y consultar al farmacéutico ante cualquier duda, puesto que es el profesional que mejor puede asesorar sobre los tratamiento y su seguridad. Es el caso, por ejemplo, de algunos aceites esenciales como el árbol de té o neem, que no deben usarse en menores de 3 años ni de forma continuada. O el uso del vinagre, cuya única utilidad se ciñe a ayudar a desprender la liendre, porque ni mata al piojo ni a sus huevos. Tampoco hará falta cortarle el pelo a los niños si hacemos una revisión continua de las cabezas y usamos productos preventivos seguros como el octanediol. No evitará el contagio, pero facilitará su detección.

Piojos a raya, empecemos por recoger el pelo

Una buena recomendación para evitar contagios es llevar el pelo recogido y revisar las cabezas con cierta frecuencia. También debemos mantener separados del resto los utensilios del peinado durante tres días. Además, lavar las toallas y las sábanas que haya utilizado el niño durante ese tiempo con agua caliente.

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