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Efe
Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 24 de enero 2025, 15:06
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha absuelto a un acusado de un delito continuado de agresión sexual a una menor de 13 años, hija de su exesposa, por considerar que el relato de la joven presenta imprecisiones.
Para este hombre la Fiscalia pedía una pena de 10 años, orden de alejamiento y comunicación durante 15 y el pago de una indemnización de 15.000 euros que la familia elevaba a 20.000.
El motivo es que el relato de la joven presentaba diversas imprecisiones que aunque no afectaban del todo al núcleo de la denuncia sí se referían a aspectos periféricos que cuestionaban la totalidad de la veracidad de su relato.
El informe psicológico concluyó que ciertos hechos la habían afectado emocionalmente y se mostraba inadaptada, ansiosa, cohibida y emocionalmente inestable pero se considera que el motivo puede ser el haber sufrido acoso escolar, como ella misma relató.
La Sala entiende que los cambios de actitud que experimentó la menor como pasar a ser más tímida y vegonzosa, son rasgos muy genéricos y comunes, como para considerarlos reflejo de lo supuestamente ocurrido.
Como hechos probado se refleja en el fallo emitido la semana pasada que la madre había mantenido entre 2008 a 2015 una relación sentimental con el procesado con el que se casó en 2012.
La mujer tenía dos hijos de una relación anterior y otros dos con su entonces esposo y durante ese tiempo convivieron, residiendo primero en Fañabé y luego en Armeñime, ambas localidades en Adeje.
La Fiscalía mantenía que el hombre acudía a la habitación de los menores que no eran sus hijos y allí despertaba a la niña, la llevaba al cuarto de baño y la obligaba a practicarle felaciones, hechos que se habrían repetido en fechas indeterminadas entre los años 2013 y 2014 mientras que la defensas negó los hechos.
En la declaración llevada a cabo en sede judicial la menor narró que los episodios se produjeron en las dos viviendas y que el tono utilizado por el acusado era amenazador y le advirtió que no comentara a nadie lo ocurrido.
La primera vez que ocurrió no supo precisar si las madre estaba en el hospital por uno de los embarazos o trabajando, primero dijo que sucedía todas las noches durante un año y que se lo contó a su madre cuando tenía trece años tras la separación y lo hizo para evitar que se repitieran con sus hermanas menores.
Precisó que los abusos acabaron cuando la madre conoció a otro chico y ésta declaró que en su momento percibió cambios en la actitud de la menor. Su hermano aseguró recordar que algunas noches su hermana se levantaba de la cama y luego volvía pero nunca vio al acusado con ella
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