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Los dos cómic de Antón Guanche

Los dos cómic de Antón Guanche

Antón Guanche ejemplifica el mito del indígena evangelizado y devuelto a su lugar de origen para servir a los conquistadores de intermediario. Esta historia, vinculada a la aparición de la virgen de Candelaria, es la que el artista Luis Eduardo Fierro ilustró para un cómic entre marzo de 2010 y junio de 2011 por encargo del Ayuntamiento de Candelaria, pero que nunca vio la luz.

Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife

Jueves, 1 de enero 1970

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Sobre el niño Antón Guanche recayó la eufemística tarea de unir dos mundos: el guanche y el de los conquistadores. Y el nexo fue la virgen de Candelaria, una talla que los guanches de Güímar hallaron en la playa y a la que llamaron Chaxiraxi. El converso frailecillo se encargó de hacerles ver que era la virgen María y no su Madre del Sol. Esta historia la pintó Luis Eduardo Fierro, entre marzo de 2010 y junio de 2011, para ilustrar Antón Guanche: el encuentro entre dos mundos, pero sus acuarelas no son las que están en el cómic que editó el Ayuntamiento de Candelaria y que está a la venta cualquier librería. Las suyas, casi 200 acuarelas, de «gran rigor antropológico», están guardadas en un cajón del Ayuntamiento, pero no puede utilizarlas para nada porque Fierro se mantuvo y no firmó la cesión de explotación.

El exalcalde candelariero, Gumersindo García, las cerró bajo llave el mismo día que Fierro presentó por registro un documento detallando hasta 132 fallos de otros que halló en las 54 páginas del cómic, que ya casi estaba en la imprenta. García quería publicarlo antes de las elecciones de mayo de 2011. La no conformidad de Fierro, pero, sobre todo, su negativa a firmar lo no pactado, que significaba regalar la posibilidad de múltiples usos futuros, más allá del cómic, le valió el despido fulminante.

Ocho años después, y tras un largo y doloroso litigio, Fierro ha ganado judicial y moralmente su batalla al Ayuntamiento. La Justicia ha reconocido, como él siempre sostuvo, que desde marzo de 2010 trabajó en el cómic, ocho meses antes de que el exalcalde formalizara su contrato, que nunca le abonaron.

Como Fierro no permitió publicar el cómic con sus ilustraciones, el Ayuntamiento encargó a otro ilustrador que lo repitiera. También pretendió incorporar las acuarelas originales de Fierro al Museo de la Virgen, otro uso que no estaba pactado, igual que el bordado de uno de sus guanches en el manto de la virgen, que tras sus denuncias nunca más le han vuelto a poner.

Ocho años de litigio

En enero de 2011, Luis Eduardo Fierro, se percató de que lo estaban «utilizando». Las ilustraciones en las que trabajaba desde hacía diez meses, aunque solo hiciera dos que lo había contratado Epelcan (empresa pública que presidía el exalcalde Gumersindo García) eran para un cómic, pero «ese cómic tenía un objetivo absolutamente electoralista». Pedir más tiempo para que su trabajo gozara de la calidad que él mismo se exigía le supuso «más y más presión» por parte del entonces alcalde -ahora inhabilitado por tres años para ejercer cargo público-.

Durante los ochos años que han transcurrido hasta que el TSJC le ha dado la razón, condenando al Ayuntamiento al abono de cinco meses, aunque acredita que estuvo trabajando sin contrato ocho meses, Fierro y García se han cruzado varias denuncias, unas absolutorias, otras retiradas y otras condenatorias, que han supuesto para el pintor «un enorme menoscabo moral, económico y de desprestigio». Ahora, con la última sentencia en la mano, ha dado un último paso: denunciar a García y al Ayuntamiento por cohecho, prevaricación y coacciones. «La Justicia -sostiene- no compensa mis ocho años de lucha, sin recursos, contra todo un ayuntamiento, que se defiende y paga sus condenas con dinero público, ni el engaño de mi propio abogado de oficio; gané el litigio gracias a que se grabé mis conversaciones con el alcalde».

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