«No es cierto que el Museo Atlántico no sea rentable»
El artista internacional conocedor de los planes del nuevo grupo de gobierno del Cabildo con su obra, dice sentirse «triste» y muestra su decepción, porque en estos momentos se valore exclusivamente en términos de rentabilidad. Cree que es «absurdo» que la institución insular le haya dicho que su obra daña la imagen de César Manrique.
Carlos Sixto De Inza Serrano y Arrecife
Lunes, 23 de septiembre 2019, 12:09
— ¿Qué sensación tiene al escuchar a los mandatarios del Cabildo que su obra de los Jinetes va a retirarse del Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC), y tras las críticas sobre la baja rentabilidad del Museo Atlántico?
— Estoy un poco triste, no acabo de comprender como los mandatarios del Cabildo pueden decir que no es rentable, es absurdo.
— Pero es cierto que no lo visita mucha gente.
— Quizás no se hayan dado cuenta que hay más de 30 escuelas de buceo que trabajan visitando el Museo, que están muy satisfechas. Además está contribuyendo a que aumente la compra de embarcaciones y material, genera empleo y negocio. Hoy la isla se conoce en países como Australia, Brasil, Japón y otras muchas partes del mundo donde antes no se conocía, gracias al Museo. Se hizo una inversión no muy grande, de unos 700.000 euros, y la facturación en 2017 fue de 113.000 euros, y en 2018 de 97.000. El Museo está funcionando muy bien, el índice de experiencia de cliente (Net Promote Score, que mide la diferencia de porcentaje entre promotores y detractores), en este centro, es el más alto de toda la red de Centros de Arte Cultura y Turismo (CACT). Esto no lo dicen, mientras el Museo Atlántico está en el 73%, el promedio de los CACT es del 43%. Incluso quieren copiar el proyecto en otros países. El año pasado vinieron delegaciones de República Dominicana y Chipre. Son todo cosas favorables.
— Los Centros Turísticos operan como empresa, por rentabilidad.
— Es lógico, pero hay otros centros turísticos que están en números rojos, como el Monumento al Campesino, que da 500.000 euros anuales de pérdidas, y eso nunca se dice. También hay que añadir el beneficio que como arrecife artificial produce, está haciendo que se cree una enorme vida marina en la zona, con miles de peces, y ello sin olvidar el impacto publicitario. Entre 2016 y 2017, según valoró la consultora Portel Novelli, que realizó por encargo de Promotur un estudio, el impacto publicitario alcanzó una suma de más de 90 millones de euros, algo impagable. La inversión está más que amortizada hace tiempo.
— ¿Usted qué piensa cuando escucha desde el Cabildo cosas como que su obra «daña la imagen de César Manrique»?
— Me produce una enorme tristeza, creo que son las cosas de los políticos. Yo creo que la gente no tiene esa percepción. Decir que mi obra daña a la de Manrique es una auténtica locura, mi obra ha contribuido a que César sea conocido por mucha gente de países como Australia, Nueva Celanda, China o Japón, que nunca habían oído hablar de él y ahora saben de Lanzarote y de su obra. El arte no tiene barreras y un artista nunca daña a otro por el simple hecho de crear
— Su obra, además, se identifica mucho con la filosofía de César de salvar el medio ambiente.
— Efectivamente es así, el arte tiene que ser un altavoz y César, al que no llegué a tratar, utilizó su arte para dar a conocer la isla fuera de sus fronteras, para exportar su nombre, para revalorizarla a través del arte, pero también para lanzar un mensaje a la humanidad. Mis obras van en esa línea, la gente escucha a muchas estadísticas, muchos mensajes, pero el arte tiene una voz mucho más alta y puede transmitir cosas importantes con una carga emocional y que yo uso para salvar el medio ambiente.
— Viendo como está la situación de su obra para el Cabildo, ¿qué piensa hacer usted?
— No sé, han sido cinco años de mi vida muy vinculado a Lanzarote, aquí he estado trabajando muy a gusto, con mi familia, y he dejado mucho. Ahora tengo que pensar y quizás esperar.
«Deber con la gran barrera de coral»
El artista internacional Jason deCaires Taylor, creador del primer parque de esculturas submarinas en Grenada y de varios museos submarinos, uno en Cancún (México) y otro en Lanzarote, conocidos por instalar esculturas estratégicamente en el fondo del mar que la naturaleza convierte en arrecifes de coral artificiales, se encuentra actualmente en Australia, creando un proyecto artístico y científico que pretende ser un grito en defensa de la gran barrera de coral del Pacífico. De este artista cabe decir que su obra de la isla de Granada ha sido elegido como una de las 25 Maravillas del Mundo por National Geographic. El artista explica que en estos momentos tiene toda su atención centrada en este proyecto, que constituye «un auténtico privilegio», y que consiste en hacer una composición artística de un edificio bajo las aguas en la gran barrera de coral, de 12 metros de altura por 20 de ancho. Además de un proyecto artístico es también científico, pues está trabajando con un grupo de biólogos, donde el fin de la obra es experimentar y permitir el desarrollo de distintas variedades de coral para evitar su extinción. El proyecto desde el punto de vista cultural es para el artista «un grito» en defensa de este espacio natural único en la Tierra y señala el propio deCaires, con quien hemos tenido la posibilidad de hablar desde Oceanía, esta obra choca con los planes del gobierno australiano de crear un enorme puerto en la zona para abastecer de carbón a China, lo que está generando un intenso debate y mucha controversia.