La trashumancia más institucional
La presencia del consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, de dos consejeros del Cabildo de Gran Canaria y del alcalde de Tejeda, convirtió casi en un acto institucional la trashumancia que cada año hace el ganado de ovejas de José Pavón, uno de los empresarios de queso más importante.
Paz Bernal / Tejeda
Sábado, 31 de marzo 2018, 22:43
Desde la Presa de Las Niñas hasta su finca en el Norte, entre los municipios de Guía, Gáldar y Moya, las 350 ovejas de José Pavón recorrieron ayer casi 30 kilómetros, atravesando las cumbres de Gran Canaria en una jornada de trashumancia con cita anual.
Con un buen tiempo que acompañó durante toda la jornada, las ovejas de Pavón volvieron a su casa en la zona norte de la isla, a donde llegaron sobre las siete de la tarde, con parada para comer en el barranco de Tejeda para los pastores y autoridades que hicieron el recorrido.
El propietario del rebaño se mostraba orgulloso y contento, reconociendo que la lluvia de las últimas semanas «nos ha venido bien», y a pesar de tener claro que este negocio «va bien, es rentable por ahora», aprovechó la ocasión también para pedir a las nuevas generaciones «que se apunten a seguir con esta tradición y con este negocio».
En esta misma lína se expresó el máximo responsable de la Consejería de Agricultura regional, Narvay Quintero, «porque este ejemplo de trashumancia es mucho más que una forma de trabajar, es una cuestión cultural que tenemos que mantener viva en Gran Canaria, sobre todo de cara a las nuevas generaciones».
Más seguridad
El consejero de Medio Ambiente y su compañero de Soberanía Alimentariadel Cabildo de Gran Canaria también expresaron su satisfacción por esta actividad ganadera «porque es una forma de proteger el medio ambiente y de prevenir, por ejemplo, los incendios, que tanto daño nos causan», aseguró Miguel Ángel Rodríguez. El consejero se mostró favorable a la corriente de opinión que defiende la intervención del ser humano en la naturaleza, «siempre desde el equilibrio y el respeto que se merecen los hombres del campo porque son ellos los que han cultivado la agricultura y la ganadería de toda la vida y los que tienen más sabiduría».
Su compañero, Antonio Hidalgo, también defendió esta interactuación entre hombre y naturaleza y detacó el apoyo que la Corporación insular le está dando a los ganaderos de la isla para que sigan con esta actividad.
Ante el asombro de varios grupos de senderistas y de miles de personas que en esta jornada de sábado santo abarrotaban todas las zonas recreativas de la cumbre grancanaria, las 350 ovejas de Pavón seguían a sus pastores por carreteras y veredas imposibles.
Entretanto, Serafín Díaz, un amigo del empresario, se adelantaba para ir colocando la mesa de avituallamiento en medio del barranco de Tejeda. El queso de Pavón no podía faltar. El enyesque se completaba «con algo para beber porque en este camino hay mucho polvo».