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#PóntelaPónsela... la mascarilla

#PóntelaPónsela... la mascarilla

LpaFábrika promueve el uso de las pantallas de protección tras las experiencia de uno de sus miembros, Aarón Martínez, en China donde era obligada. Optan por el formato de papel porque la impresión en 3D es más lenta

Jueves, 1 de enero 1970

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Hace más de tres décadas el mundo de la publicidad en España fue sacudido por la campaña Póntelo, pónselo. Esa acción del Ministerio de Sanidad pretendía concienciar a una sociedad todavía atada a la pañoleta y al crucifijo del franquismo sobre la importancia de usar el preservativo en los tiempos del sida. Una idea que ha inspirado ahora a la gente de LpaFàbrika para una actuación sobre el uso de mascarillas ante el coronavirus.

La idea nace de Aarón Martínez, maker y miembro de la comunidad referida. «El comienzo de este asunto me pilló en China. Y allí una de las primeras reglas fue la de que la gente que saliera a la calle lo tenía que hacer con mascarillas. Si no las llevaban enseguida les paraba la policía. Por eso me impactó mucho al regresar a Las Palmas de Gran Canaria que las medidas no fueran tan duras», explica.

Lo que pretenden desde LpaFàbrika es «concienciar» sobre el uso de las mascarillas ante las pocas situaciones cotidianas que se pueden llevar a cabo en la calle. Además, desde la página web pontelaponsela.com ofrecen un tutorial de cómo fabricar tu propia mascarilla. Ellos apuestan por el formato en papel en vez del extendido modelo en 3D porque este conlleva un proceso de elaboración mucho más lento.

Además, muchas mascarillas que están realizando son donadas a los centros sanitarios de la isla. «Realmente lo que estamos haciendo es un cubrebocas para que la gente al estornudar no disperse esas gotas. Las mascarillas que estamos realizando no son para personal sanitario, pero sí para las personas que acuden a los centros y tienen que aguardar en las salas de espera. Mientras menos personas propaguen el virus nuestra contribución valdrá la pena porque menos personas tendrán que ser atendidas y así se puede liberar algo el sistema sanitario», dice.

«No son quirúrgicas, pero mejor eso que nada», señala Martínez, que no duda en resaltar que «la propia comunidad china está asombrada con las pocas medidas como las de las mascarillas que estamos realizando para contener el virus».

Aaron Martínez señala que además del fin comunal que persigue con este proyecto hay mucho de necesidad personal en el mismo. «Llegué de China tan concienciado con esta situación que empecé a buscar mascarillas por todos lados y no encontraba ninguna, así que comencé a fabricarme las mías para estar protegido y reducir las posibilidades», señala.

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