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Miedo por el virus y por el hambre

Miedo por el virus y por el hambre

La Asociación Vecinal y Solidaria de Arenales, Avesar, reclama al empresariado «que dé un paso al frente» y que done alimentos para atender las necesidades básicas de una población sin recursos especialmente afectada por la crisis sanitaria.

Jueves, 1 de enero 1970

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Empiezan a darme tanto miedo las muertes por el virus como las muertes por hambre», apunta José Antonio Silva, presidente de la Asociación Vecinal y Solidaria de Arenales, Avesar, que llama la atención sobre la situación limite en la que se encuentran las personas sin recursos a las que la emergencia sanitaria está golpeando de manera significativa.

Aunque le reconforta saber que han podido atender a las casi 300 familias beneficiarias de la asociación, reconoce que se le «parte el alma» al no tener nada que entregar a las muchas personas que se ponen en contacto a diario con ellos.

«No tenemos para darles, ni leche, ni cola cao, ni pasta, nada», se lamenta quien explica que en las dos últimas semanas han entregado «5.600 kilos de alimentos». Unas ayudas que sin embargo recuerda «no son para un mes», por lo que advierte que pronto se acabarán y hará falta más, «y más ahora con todo el mundo en casa».

Apunta que desde el lunes han recibido más de 200 llamadas de personas que solicitan una respuesta a sus necesidades de alimentos y otros productos básicos, como pañales. «Son familias que me comentan que llevan más de 15 días esperando una respuesta de servicios sociales», que en la mayoría de los casos «ni saben que existen», indica.

Asegura que «como acordamos con el Banco de Alimentos, les derivo a ellos», que a su vez les remite «a los servicios sociales, que les dicen que esperen que ya les llamarán».

Pero esa llamada no llega, dice Silva, y estas personas vuelven a contactar con Avesar, cerrando así un círculo que se torna dramático. De ahí que esta entidad sin ánimo de lucro haga un llamamiento a los empresarios en general y a los de la alimentación en particular «para que abran el bolsillo» y hagan donaciones.

«Que pongan de su parte porque seguro que tienen que tener productos que están cercanos a la caducidad» o aquellos que se denominan «de merma», los que por algún defecto o daño en el envasado no se ponen a la venta, reclaman desde Avesar.

Asimismo, Silva destaca que «tenemos voluntarios y estamos dispuestos a ir a las empresas a recoger los productos» ya que señala que por fortuna «la Fundación la Caixa nos ha ampliado el subsidio al transporte».

Así las cosas, expone que su situación es la siguiente: «tenemos los voluntarios, los medios y la predisposición, pero no tenemos alimentos».

Silva pide al empresariado «que dé un paso al frente» ante lo que considera una total inacción por parte del Ayuntamiento de la capital grancanaria.

Y es que denuncia que mientras en municipios como Telde, Santa Brígida o Teror los consistorios se han puesto manos a la obra para atender a sus vecinos y vecinas con dificultades realizando repartos de alimentos a domicilio, «aquí no se hace nada». Critica que «el alcalde lleva una semana desaparecido» y que la respuesta de algunos de los miembros de su equipo de gobierno tampoco ha sido mejor.

Otra cosa es la respuesta de quienes colaboran en la medida de sus posibilidades con una entidad que está particularmente preocupada por los menores. Por eso una de las últimas donaciones que han recibido a título particular la han destinado a la compra «de leche y cola cao».

Silva insiste en que hay que «que atender a esta gente si servicios sociales no responde porque muchos no están en el sistema. Hay mucha gente en la ciudad así», dice en alusión a los inmigrantes en situación irregular.

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