Los marchosos hijos de los Grimm
La dirección del carnaval escoge a los 62 figurantes y bailarines que acompañarán a los catorce profesionales que actuarán en las galas. La selección se hizo en el parque Doramas. Algunos tienen experiencia de otros años
De todos es sabido que cualquier narración tiene su ritmo. En Macondo el tiempo era fugaz y eterno; y en los cuentos infantiles, cada segundo es una aventura distinta. Subyugada a esta ley literaria, la estructura narrativa del carnaval también impone sus ritmos. Así se entiende que despoje de rigidez a los soldaditos de plomo o que las historias que se cuenten en el escenario de Santa Catalina tengan fronteras de salsa. Para encarnar este gran cuento que es el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, la dirección de la fiesta escogió ayer a los 62 figurantes y bailarines que acompañarán al cuerpo profesional de baile en las galas de la fiesta.
Este carnaval es tan transgresor que hay veces que ser reina no es el final, sino el principio. Así les pasó a Guacimara Acosta y Davinia Reyes, dos amigas que fueron candidatas a reina del carnaval -la primera en 1998 y la segunda el año pasado. Son dos personas sordas que ayer seguían los pasos de los coreógrafos, Cristina Pérez y Fran Santana, y las indicaciones de la intérprete de la lengua de signos en el parque Doramas, donde se celebró el acto de elección de los figurantes.
«Bailar es algo muy visual», explicaba Guacimara, «no hace falta escuchar para bailar». Las dos se declaran carnavaleras pero tienen gustos diferentes. A Guacimara le gustaría salir al escenario como un «personaje malo, con mucha actitud», mientras que Davinia prefiere «un personaje bueno».
La primera selección fue la más rápida. El porte y la imagen de los cuatro seleccionados facilitaron la elección de los escritores. Los Grimm, Andersen o Perrault tienen asegurada ya su presencia en el escenario del parque de Santa Catalina.
Llamó también la atención pronto Miguel Ángel Cabrera, un joven bailarín de dieciséis años, vecino de Marpequeña (Telde), que fue escogido para bailar con el equipo de profesionales por la calidad de sus pasos. «Me ha hecho mucha ilusión», explicó, «es la primera vez que me presento y bailar con los profesionales me da mucha seguridad». Ya había participado en el conjunto de disfraces en tres ocasiones pero ahora quiere tener otra experiencia distinta en las galas.
A Daniela Viillsagran y a Alberto Starkman los escogieron como soldaditos de plomo. No es la primera vez que participan. El año pasado fueron rumberas. Aunque a partir de ahora todos los fines de semana los tienen comprometidos para los ensayos, ambos quieren disfrutar cada momento. «Se vive genial en el escenario pero también en el momento del maquillaje o antes de salir, en el backstage», explican.
Sus pasos recorrerán el parque de Santa Catalina durante la celebración de la gala de la reina, que se celebrará el viernes 21 de febrero, y de la drag queen, tres días más tarde.
Polémica en la reina
Por el momento, ya hay catorce candidatas inscritas para la gala de la reina. Respecto a la crítica aireada por el Partido Popular respecto al hecho de que todas las candidatas no estarán en el escenario cuando se proceda a la elección de la reina, la concejala de carnaval, Inmaculada Medina, aseguró ayer que se trata de una polémica artificial. La edila recordó que las bases que se consensuaron con los diseñadores contempla esta situación. En efecto, el documento establece que «a partir de 12 candidatas adultas y debido a las limitaciones del espacio del escenario, la organización prevé una selección del 50% de las aspirantes inscritas como finalistas, con el fin de poder desarrollar con seguridad y brillantez la ultima parte del concurso, la coronación de la reina y sus damas de honor».
Pero eso no significa que no salgan todas porque «se emitirá durante la gala un vídeo repaso de todas las candidatas antes de la votación».
En cuanto a la gran dama, en estos momentos hay un total de diez aspirantes inscritas.
