Las piscinas de La Laja, solo con distancia
El pase a la fase 3 permitió reabrirlas al baño este lunes con la obligación de mantener la separación social. Ciudad de Mar avisa que de lo contrario volverá a cerrarlas y recuerda que las playas no están exentas de la mascarilla si no hay distancia.
Una de las novedades que ha traído consigo la fase 3 de la desescalada que estrenó ayer la capital grancanaria ha sido la reapertura al baño de las piscinas de La Laja. Una medida que venían reclamando los usuarios de estas instalaciones del Cono Sur y que también va a permitir aliviar el flujo de bañistas que ha venido registrando la zona de playa.
Sin embargo, desde Ciudad de Mar se advierte que la decisión está sujeta al cumplimiento estricto del distanciamiento social de al menos dos metros que exigen las autoridades sanitarias dentro del actual estado de alarma decretado para tratar de frenar la pandemia generada por la Covid-19.
«Vamos a hacer como hemos hecho en el resto de sitios, vamos a vigilar y si vemos que es imposible el cumplimiento de las distancias, pues nos veremos obligados a cerrar otra vez, como hicimos en el solarium de Alcaravaneras». Así explicaba este lunes el concejal de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, cómo se va a gestionar la reapertura de estas instalaciones y aludía directamente a la medida que ya tomó su departamento el pasado martes día 2 de prohibir el acceso al espacio que discurre perpendicular al mar en la playa de Alcaravaneras, junto al muelle deportivo, ante la imposibilidad de garantizar la separación física entre usuarios y que asegura se va a mantener en esta fase.
«Aquí la clave es estar vigilantes, y en aquellos espacios donde se hace absolutamente imposible mantener las distancias de seguridad, tendremos que tomar medidas de estas características», explica. Aunque, en principio, «vamos a probar en las piscinas de La Laja», pues «nos lo estaba pidiendo la ciudadanía, sobre del Cono Sur, con insistencia» y porque, además, «permite ampliar el espacio y que no se junte todo el mundo en la playa»
Pero, insiste, «si vemos que no se garantiza de ninguna de las maneras la distancia de seguridad, tomaríamos la medida de volver otra vez a la situación anterior».
Ramírez aclara que el cambio de fase no implica que se vayan a relajar las exigencias impuestas a la hora de compartir espacios públicos como las playas del municipio. «En este sentido, nada cambia», señala.
240 multas
Pero en fines de semana como el pasado, en el que el sol hizo acto de presencia y las temperaturas fueron elevadas, no resulta tarea sencilla conseguir que la ciudadanía cumpla con la separación física exigida para evitar contagios. Prueba de ello son las 240 sanciones que tramitó la Policía Local capitalina entre el sábado y el domingo en las playas capitalinas -principalmente por no respetar la distancia social o no hacer uso de las mascarillas- y las 430 identificaciones que efectuó en ese mismo plazo de tiempo, informan fuentes municipales.
El edil de Ciudad de Mar, que indica que «si no es posible mantener la distancia hay que ponerse la mascarilla, también en la playa», reconoce que «sobre todo el domingo, después del mediodía» fue cuando más gente acudió a playas como Las Canteras.
Pero aunque no niega que «en algún momento hubo tensión en cuanto a poder conseguir que la gente mantuviera la distancia social», dice que «la valoración que hacemos es positiva, en rasgos generales». Y es que asegura que en las zonas de más afluencia, los usuarios, «en la mayoría de los casos», atendieron los requerimientos de «Cruz Roja y Policía» para cambiar de sitio.
En cualquier caso, Ramírez manifiesta su deseo de «hacer llegar un mensaje a la gente más joven», que es «con la estamos teniendo alguna dificultad mayor y que tiene que tomar conciencia de que, aunque ellos crean que no se van a contagiar, sí pueden generar contagios en personas de su entorno». De ahí que les lance un mensaje «para que colaboren y nos ayuden».
Por último, aclara que sigue vigente la prohibición de permanecer en la arena en la zona de La Cícer en las dos horas previas y posteriores a la pleamar.