La afluencia a las playas capitalinas se controlará con cámaras
Ciudad de Mar estudia colocar unos 12 dispositivos en las cuatro playas del municipio para vigilar el aforo cuando se autorice el uso recreativo. El usuario podrá ver en una aplicación el nivel de ocupación por zonas.
El uso recreativo de las playas no será una realidad hasta que se alcance la fase 3 de la desescalada, como ha marcado el Ejecutivo central. Hasta entonces el acceso a estos espacios en la capital grancanaria seguirá restringido a la práctica deportiva y el paseo. Pero desde el área de Ciudad de Mar ya se trabaja previendo los distintos escenarios que se pueden plantear, aunque «con precisión no sabemos» cómo será la reapertura, explica el edil José Eduardo Ramírez.
Avanza que «tenemos un plan que plantea diversos escenarios» para responder a las exigencias que marquen los decretos nacionales. Así, expone que «estamos trabajando en un sistema de control inteligente de la afluencia a las playas a través de cámaras», lo que permitiría «ver en todo momento y en tiempo real cuál es la afluencia» en estos espacios y «detectar dónde está habiendo acumulación, bien a través de avisos por megafonía o incluso mandando a la Policía Local o a Cruz Roja, para que la gente se separe».
La idea es colocar unas 12 cámaras que se distribuirían de la siguiente manera: nueve a lo largo del paseo de Las Canteras, una en El Confital, otra en Las Alcaravaneras y la última en La Laja. Ramírez dice que no debe haber problema con la Delegación del Gobierno para su instalación, ya que «no almacenan información, no graban».
Asimismo, apunta que «este proyecto permite, a través de una aplicación que los usuarios se pueden bajar, ver antes de llegar a la playa dónde hay más o menos gente y elegir el lugar para poder situarse».
Además, afirma, «nos estamos adelantando para hablar con las empresas que prestan servicio en la playa», como el caso de los hamaqueros de Las Canteras, y «ver cómo sería la ubicación de las hamacas», para «que puedan, si no poner la totalidad, sí un número suficiente como para sea rentable abrir».
Para ello, indica, «les vamos a permitir ganar espacio, nunca hacia a la orilla pero sí hacia los lados», para garantizar las distancias de separación. Al mismo tiempo, «hemos pactado con ellos cómo tendría que ser la limpieza de las hamacas después de cada uno de los usos», además de hacerles recomendaciones como «que los usuarios lleven sus propias toallas».
Dice que también el departamento de Ciudad de Mar se ha adelantado a contactar con las escuelas de surf que operan en el entorno de la Cícer, pensando en la posibilidad de que se «permitan los servicios de temporada, que no lo sabemos».
Añade que de darse esa circunstancia, «tenemos pactado con ellos cómo podría ser». Y señala que «ahora mismo tenemos seis escuelas de surf que ocupan gran parte de la zona de la Cícer y lo que vamos a proponerles» es limitar el uso a «tres escuelas un día y tres al día siguiente, para que no coincidan las seis y poder separarlas», y «limitar el número de alumnos, además de las medidas de seguridad e higiene que tienen que llevar a cabo para poder prestar ese servicio».
Inversión
Ramírez explica que el sistema de control por cámaras «se llama Libber» y lo desarrolla la empresa Pharos. El coste del proyecto ronda los 50.000 euros. Añade que «estamos pendiente de hacer una prueba piloto en estos días» y que, si funciona, la idea «es instalar estas cámaras en todas las playas antes de la fase 3».
