El proyecto Educa, al borde del cierre por falta de apoyo municipal
El proyecto Educa trabaja hace 17 años con menores en riesgo de exclusión social de Las Rehoyas y El Polvorín con refuerzo escolar, actividades de ocio y educación de calle. Hoy su futuro es «incierto» porque el Ayuntamiento les adeuda 21.000 euros de la subvención de 2017.
Nunca ha pasado que en junio no tengamos dinero», explica Benito Aguiar, coordinador del proyecto Educa, una iniciativa desarrollada desde la Asociación Cultural para el derecho a la Educación (ACUDE) «de acompañamiento de menores» que nació en octubre de 2001 en el barrio capitalino de Las Rehoyas. A día de hoy atiende a unos 45 chicos y chicas de entre 12 y 17 años de la zona, pero también de núcleos cercanos como El Polvorín, Cruz de Piedra, Miller Bajo «y hasta de San Francisco», a los que se ofrece refuerzo escolar y actividades lúdicas.
El proyecto se subvenciona gracias a la aportaciones de entidades como La Caja de Canarias Bankia o la Obra Social de la Caixa. Pero «el 75% del presupuesto», apunta, lo integran las aportaciones que hace el Cabildo de Gran Canaria, «que sí ha cumplido», y los 21.000 euros de la subvención del Ayuntamiento capitalino, que permiten abonar las nóminas de los dos únicos contratados que tiene Educa, el propio Aguiar y la educadora que realiza el trabajo de calle con los menores del barrio. El resto son voluntarios y colaboradores.
Sin embargo, a mediados de 2018, la entidad sigue a la espera de recibir el dinero correspondiente a 2017, una circunstancia que les lleva a vivir una situación límite.
Explica Aguiar que esta circunstancia viene determinada por un problema de organización interna del propio Ayuntamiento, por lo que entiende que «hay falta de voluntad política» para ponerle solución. Así, apunta que «el año 2017 fue un extraño» en el sentido de que de que la convocatoria de Cohesión Social para ayudas «salió en junio y se resolvió en noviembre», mes en el que «tuvimos que presentar la justificación de todos los gastos del año». Añade que, «según me cuentan», en enero de este año «Cohesión Social tenía que presentar unos papeles a Intervención que, según Intervención, estaban fuera de plazo, no es que nosotros lo presentáramos fuera de plazo».
Este problema «en el trámite interno», dice el coordinador de Educa, provocó que la concesión de esta ayuda «ya no pudiera entrar en el presupuesto de 2017, tenía que entrar en el de 2018, que se aprobó en marzo». Y que en estos tres meses que han pasado ha habido un tira y afloja «entre Intervención y Cohesión Social», que no han sabido «solucionar cómo cuadrar ese error de burocracia para que a nosotros nos puedan dar el dinero».
Aguiar reconoce que «siempre hemos tenido ayuda del Ayuntamiento» y «que este año tenemos aprobada ya la subvención de 2018», pero ésta circunstancia les ahoga.
«El futuro es incierto», sostiene el coordinador del proyecto en referencia a la imposibilidad de seguir adelante con los programas educativos, formativos y de ocio que desarrolla la entidad si esta aportación municipal no llega en breve. «Vamos a hacer el campamento que teníamos previsto para este mes de julio en Fuerteventura», pero de no variar el actual panorama «el 1 de agosto tendremos que cerrar», confirma en las instalaciones de la parroquia de La Paz de Las Rehoyas en las que llevan a cabo una tarea en la que se coordinan con las familias de los menores y también con los centros educativos en los que cursan sus estudios.
Confiesa en que estos meses han sobrevivido gracias «al gran esfuerzo que ha hecho la junta directiva» de la entidad, pero si el Ayuntamiento no responde pronto, no ven una salida. Y es que recuerda que esos 21.000 euros «supone el sueldo de todo un año» de unas de las dos personas contratadas del proyecto.
