El doble confinamiento del Confital
La playa cumple hoy tres años de cierre al baño en plena crisis del Covid-19 y pendiente de que el Ayuntamiento actúe en la red de saneamiento de Las Coloradas, que junto a la de la zona militar, se señaló como origen de la contaminación fecal.
La playa capitalina del Confital vive estos días un doble confinamiento. A la prohibición al baño que se decretó tal día como hoy hace tres años –26 de abril de 2017– al detectarse contaminación fecal en sus aguas, se suma la limitación de acceso a espacios públicos que impone un estado de alarma que limita los movimientos de la población como medida para tratar de frenar la expansión de la pandemia generada por el Covid-19.
Si bien la actual crisis sanitaria ha congelado la toma de muestras para conocer la calidad de las aguas de la zona en estos momentos, ya que no se considera una actividad esencial, y los contactos con el departamento de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que tiene en estos momentos otras preocupaciones «y todos sus esfuerzos y trabajo están volcados ahora mismo en el tema del coronavirus y de tratar de resolver este asunto», como apunta el concejal de Ciudad de Mar del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez; no es menos cierto que se sigue a la espera de que la Concejalía de Aguas intervenga en la red de alcantarillado de Las Coloradas.
«Sé que desde la Concejalía de Aguas tienen previsto hacer las actuaciones en cuanto al saneamiento en Las Coloradas», toda vez que vez que el otro foco que se señaló como origen de la contaminación de la playa, la red de la zona militar de La Isleta, ya se ha renovado. «Los militares ya actuaron», confirma Ramírez, quien avanza que «el Ayuntamiento tiene ya el proyecto hecho para la actuación» en el barrio capitalino. «Sé que la Concejalía, junto con Emalsa, tiene previsto hacer esa actuación seguramente a lo largo de este mismo año», añade, aunque no se aventura a poner una fecha a esa intervención, «porque todo se ha retrasado, todo se ha parado» por las actuales circunstancias.
Hay que recordar que la bandera roja se izó en El Confital el 26 de abril de 2017, decisión que tomó el Consistorio capitalino atendiendo a la recomendación efectuada desde Salud Pública, tras detectar en sus análisis de las aguas la presencia de bacterias del tipo enterococos en una concentración superior a las 200 unidades formadoras de colonia (ufc) por 100 mililitros, que es el límite máximo.
A pesar de que la bandera roja se retiró de la playa el 16 de junio de ese año, ambas administraciones continuaron desaconsejando el baño y el 7 de julio de 2017 se volvió a prohibir a los usuarios el acceso a esas aguas.
A partir de ese momento comenzaron a plantearse y barajarse distintas hipótesis sobre el origen de la contaminación fecal. Por ello se buscaron focos en zonas como la Casa Roja, la caseta de Cruz Roja de la propia playa e incluso se inspeccionó la galería de Los Nidillos, pero todas estas posibilidades se descartaron.
El siguiente paso fue hacer un estudio del subsuelo de la playa, lo que permitió hallar tres posibles focos de contaminación. Sin embargo, los resultaron descartaron que la misma procediera del mar y entonces se miró al interior, en concreto a las redes de saneamiento de Las Coloradas y de la zona militar.
Por eso, Ramírez y Pedro Quevedo mantuvieron un encuentro con responsables de la Base General Alemán Ramírez en agosto de 2018, en el que el edil de Turismo se comprometió, en su condición de diputado, a intermediar ante Defensa para agilizar las partidas necesarias para subsanar los problemas detectados en la red de saneamiento. Así, preguntó a la ministra Margarita Robles ese mismo año por el asunto y ella le respondió que se acometería la adecuación de la red, un proyecto que se licitó por 173.459,04 euros.