El Confital cumple cuatro meses cerrado
El 26 de abril el Ayuntamiento decretó el cierre del Confital por contaminación fecal. Desde entonces, y salvo un periodo de tres semanas en el que se levantó el veto pero se mantuvo la no recomendación al baño, en la playa ha seguido ondeando la bandera roja. Se ha descartado un origen marino pero las catas a realizar en tierra y que deben arrojar luz siguen pendientes de los permisos.
El Ayuntamiento capitalino ordenó el 26 de abril el cierre al baño de la playa del Confital siguiendo la recomendación de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que detectó en sus análisis de las aguas un episodio de contaminación fecal de origen desconocido. En concreto, la presencia de bacterias del tipo enterococos en una concentración superior a las 200 unidades formadoras de colonias en que se sitúa el límite permitido.
No fue hasta el 16 de junio cuando se autorizó la retirada de la bandera roja de esta zona del litoral, antes los buenos resultados arrojados por los estudios periódicos realizados en las aguas durante un mes.
Sin embargo, ambas administraciones decidieron mantener la recomendación de no bañarse hasta que se localizara el foco de la contaminación. La decisión quedó más que justificada cuando el 7 de julio Ciudad de Mar tuvo que volver a subir la bandera roja en la playa capitalina debido a que la analítica realizada por la Dirección de Salud de Gran Canaria, dos días, antes reflejaba unos niveles de contaminación fecal por encima del límite considerado como óptimo.
Desde entonces la playa ha mantenido el veto al baño aunque, desde el Ayuntamiento, se asegura que se ha seguido trabajando para localizar el origen del problema.
El edil de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, reconocía en julio que se había descartado la Casa Roja, la galería de Los Nidillos y la caseta de Cruz Roja como focos, y que los estudios realizados con un georradar hacían pensar que éste estaba en tierra y señalaba tes puntos.
«Hay una hipótesis en la que estamos trabajando y es que posiblemente haya agua empozada», reiteraba esta semana y reconocía que «estamos esperando para hacer unas catas» que se debe hacer en una «zona de propiedad privada que existe en el Confital», por lo que han solicitado autorización a sus dueños.
