«El cine sigue siendo un arma espectacular»
La realizadora argentina Marina Seresesky encuentra en las películas la mejor manera de expresar su visión de la sociedad. Este miércoles, en palacete Rodríguez Quegles, comparte su forma de enfocar el oficio en el ciclo ‘Meriendas de cine’, organizado por el Clúster Audiovisual de Canarias y la Fundación SGAE.
Marina Seresesky encuentra en sus películas la mejor forma de transmitir sus preocupaciones respecto a la sociedad actual. Sin miedo a levantar ampollas, la realizadora bonaerense hace de lupa en sus obras sobre temas tan candentes como la prostitución o los movimientos migratorios. «El cine sigue siendo un arma espectacular para llegar a mucha gente», sintetiza.
Argentina afincada en España y con una filmografía en la que destacan La puerta abierta y Lo nunca visto, será la protagonista del ciclo Meriendas de cine que se celebra este miércoles en Las Palmas de Gran Canaria (palacete Rodríguez Quegles, 18.00 horas) y el jueves en Santa Cruz de Tenerife. Ambos encuentros serán con entrada gratuita hasta completar el aforo.
Seresesky destaca la importancia de citas como las que va a vivir en Canarias esta semana, en las que se permite desconectar por un instante de su pulsión creativa. «Es una buena noticia juntarse para sopesar cómo está el sector y acercar opiniones. Estos encuentros te abren mucho la cabeza porque hacen que te encuentres con gente con la que habitualmente no te encuentras. Entiendes que hay una cosa común que es la de sacar los proyectos adelante», indicó.
Directora y guionista, Seresesky es una orfebre del oficio. Lleva muchos años en el negocio, desde que empezó a filmar cortos como La Boda. «Me sale natural. Vengo del teatro. Soy actriz y he trabajado en el teatro toda mi vida. Pero a la hora de escribir y expresarme siempre me ha salido a través del cine y los guiones y es donde me siento más cómoda. El cine sigue siendo un arma espectacular para llegar a mucha gente. Por supuesto, también la televisión y el teatro. Pero para mí el cine me es natural, me aprovecho de ello», manifestó.
La creadora bonaerense defiende el largometraje como vehículo, a pesar de que vivimos tiempos en los que se imponen distintas formas de narrativas. «Todo es comunicar. Tener algo que decir y encontrar la manera. Y los públicos quieren un poco de todo. Es verdad que ahora parece que todos tenemos que ver y hacer series. Pero el cine o el teatro son los pilares», significa antes de plantear una defensa de sus orígenes. «Hay que aprender mucho del teatro. La estructura teatral es la que nos ha enseñado a todos a escribir cine y televisión».
Carmen Machi ha sido la protagonista de sus dos largometrajes. Pero en las obras de Seresesky destaca la importancia del reparto. Algo que está claramente inspirado en sus comienzos sobre las tablas. «Me encanta escribir sobre actores y actrices y dirigirlas. Mis historias siempre se cuentan a través de ellos, de personajes de sentimientos profundos. Para mí son importantísimos. De todo lo que hago es lo que más me gusta. Tuve la suerte de dirigir a actores y actrices con los que ha sido una suerte poder ser espectador en primera fila de su trabajo. Los admiro muchísimo», confiesa en su respuesta.
Compromiso narrativo
Seresesky es una realizadora que quiere dotar de una honestidad impecable las historias que cuenta. «Hoy con las redes sociales todo genera polémica. No quiero meterme en eso porque si no es imposible para un creador. No se puede pensar en ser políticamente correctos», dice.
Por ello insiste en que «hay que decir lo que uno cree y de la forma en la que uno lo siente. Para mí los problemas sociales como la migración me interesan mucho. La mujer también es un tema que me interesa y siempre está reflejado en lo que dirijo, ya sea en drama o comedia. Siempre están revestidos de mucha hipocresía por eso me gusta abordarlo desde la realidad de los personajes. A través de una voz».
Rodará a Antonio Lozano
Marina Seresesky forma parte del equipo que está desarrollando Calima, una serie de televisión inspirada en las novelas negras de Antonio Lozano, personaje de arraigo y legado en Gran Canaria, e íntimo amigo de la realizadora. «Es un proyecto muy querido para mí. Antonio además de ser un gran escritor canario era un gran amigo. Para mí tiene un doble valor sacar adelante este proyecto. Es un homenaje a las islas y a todo lo que él ha vivido allí, pero también un homenaje a él, que ha sido un ser excepcional. Un referente enorme a través de su literatura y la impronta que ha dejado, por ejemplo, en Agüimes. Espero que pronto ya está bien rematado», comentó.
La directora y guionista argentina encuentra en Antonio Lozano un referente para esa forma de contar las historias que ella pone en práctica en sus películas. «Antonio es un autor necesario. Un hombre necesario que lamentablemente se fue muy pronto. Él puso el acento en los que menos tenían y en aquellos a los que no se escuchaba. Y lo hizo de una manera increíble. Porque además era un humanista. Y un africanista. Tenía tanto para dar y lo dio, que todo lo que podamos ahora para poner en valor su obra es poco. Porque todavía tenía mucho que contar y que dar por eso a sus amigos y a la gente que le siguió tanto lo que nos toca es poner en valor su obra».