Borrar
A falta de civismo, conformidad

A falta de civismo, conformidad

Todavía se puede fumar en Las Canteras. Dentro de unos meses, ya no. «A mí me sabe fumarme un cigarro aquí», dice una usuaria que, preocupada por las colillas en la arena, está de acuerdo con la prohibición. Aun así, se pregunta: «¿Qué pasará con el resto de basura?».

Ibón S. Rosales

Jueves, 16 de julio 2020, 09:10

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En enero comienza la modificación de la ordenanza del reglamento municipal que prohibirá consumir tabaco en el litoral de Las Canteras y que puede durar entre seis y diez meses. O sea, que todavía se puede fumar en la playa capitalina. «Esta mañana me vinieron diciendo que ya estaba prohibido y que la Policía Local estaba acechando a la gente para que no fumara», comenta divertido el quiosquero Jorge Pozo ante el mal manejo de la noticia en redes sociales.

Los fumadores, casi con vergüenza por la falta de civismo de otros fumadores, no ellos, aceptan la medida porque la cantidad de colillas que se ven en la arena es excesiva. «Si no se puede, fumar habrá que mentalizarse», se resigna Lucía González. «Pero para mí, la solución no es prohibir fumar sino concienciar a la gente para que no deje en la playa residuos de ningún tipo», añade González, que se queja de toda las latas, bolsas y demás basura que dejan algunos usuarios.

normas, para saltárselas. «El único problema es la gente maleducada que deja las colillas tiradas pero también los vasos y plásticos. Por mí, que no se fume, pero si se fuma tampoco tengo ningún problema si tiran las colillas en su sitio. No me molesta el humo, estoy en un espacio abierto», así opina Marisa Rúa, gallega que hace temporada en la capital. «La gente al final se acostumbra y, aunque no se pueda, habrá quien se ponga a fumar», prevé Rúa, que no le cabe duda de que habrá quienes se salten la norma.

El fumador eventual José Lorenzo cree que los consumidores de tabaco «veteranos» se cabrearán con la prohibición pero que los jóvenes lo asumirán fácilmente porque «fumar ya no está de moda», asegura. Además, Lorenzo considera que la medida favorecerá también a los establecimientos con terraza porque dice que «incitan a la gente a sentarse y consumir algo, eso es beneficio para los empresarios, en realidad ganamos todos», resume. Y no, ninguno dejará de disfrutar de la playa de Las Canteras cuando esta sea litoral libre de humos: «No, no pienso cambiar de playa».

Silvio Dade / Turista italiano que se quiere quedar en la isla

El italiano Silvio Dade se fumaba ayer un pitillo en la zona del Reina Isabel: «Entiendo que quieran prohibir fumar porque es un lugar público y puede molestar a la gente, sobre todo a las familias con niños», expresa. El joven está de acuerdo con la futura norma y valora la calidad del aire porque en Milán, su ciudad, «fumes o no fumes, respiras veneno», dice. Dade, que no cambiará de playa por la prohibición, piensa que con esta nueva medida se lo pensará dos veces antes de fumar.

José Lorenzo / Vecino de la capital grancanaria

«Pienso que a los fumadores les va a sentar mal porque les coartan su libertad pero hay que pensar en los demás y sobre todo en la playa: la gente deja las colillas en todos lados y eso está mal», sentencia José Lorenzo, quien ve una pérdida de dinero público que el Servicio de Limpieza tenga que recoger colillas fruto de la falta de civismo. Lorenzo, fumador, se pregunta si no hay humos más perjudiciales para la ciudad, como por ejemplo el provocado por la demasía de coches.

Lucía González / Vecina de Las Palmas de Gran Canaria

La usuaria de la playa Lucía González asegura que le «sabe» poder fumarse su cigarro en la playa, «vengo de relax sin mi hija y me apetece», comenta, pero también es consciente del problema de las colillas en la arena. «Soy consciente, fumo y me llevo la colilla pero ves gente que la deja. Me afecta pero lo veo bien por el bien común y el de la playa, que estará más limpia», sentencia. González pregunta qué pasará con el resto de basura que no son colillas y que se tira en la arena.

Jorge Pozo / Propietario del Bazar Carol 2000

El quiosquero Jorge Pozo no cree que vaya a perder clientes de la playa con la medida de prohibir fumar en la arena. Es más, a Pozo le cabrea bastante que «de las diez primeras ventas de la mañana, ocho sean de tabaco» porque le «gana muy poco». Sobre la medida, piensa que la votación popular fue escasa y que «valen más las quejas de la gente que no fuma que las reivindicaciones de los fumadores». Directamente a Pozo le da igual la medida pero a su mujer, fumadora, le molesta.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios