25 años de brujas sanjuaneras
Lanzan arañas y conjuros mientras acarician su bola mágica y algunas hasta volaban de un lado a otro del escenario montadas en sus escobas. La edición 25 de la gala de elección de la bruja sanjuanera se celebra hoy en el barrio capitalino, que está de fiesta. Viñoli fue la primera y Santana entrega hoy su barredor a la nueva hechicera.
Ibón S. Rosales
Sábado, 10 de junio 2017, 19:10
La verdad es que es una experiencia para vivirla, divertida y morbosa», comienza a relatar Reyes Santana, vecina de San Juan y hechicera oficial de las fiestas de 2016. La gala de elección de la bruja sanjuanera se celebra en el barrio desde 1992, en ella concursan mujeres con todo tipo de disfraces de bruja que hacen una pequeña interpretación con música y efectos sobre el escenario. Esta noche, Santana entregará su escoba a la nueva nigromántica, la única pena es que este año no puede concursar.
Junto a Santana, Isabel Viñoli rememora la primera gala, de la que resultó ganadora. «Los niños se muestran impacientes por vernos y nosotras nerviosas detrás mirando al público», relata. El secreto entre bambalinas es «un pizquito de ron Artemi, para los nervios», cuentan cómplices.
De Santa Ana a san Juan. Viñoli, la primera bruja de San Juan, recuerda cómo en los años 70 y 80 los vecinos se unían de sobremanera con sus propias leyes para organizar eventos y celebrar las fiestas. «Íbamos a recoger la sal del Corpus de Santa Ana para reutilizarla y hacer las alfombras en la calle Real. Y ni permiso del Ayuntamiento ni nada, nosotros cerrábamos las calles y la gente lo respetaba, los taxis daban la vuelta», relata irónica la bruja. «Las tareas se compartían entre los vecinos y eso eran las fiestas, la unión de los vecinos, hoy en día eso se ha perdido», comentan las hechiceras, que aseguran no haber hecho nunca ningún conjuro ni poción mágica: «Somos brujas buenas».
Cuando salen al escenario, el mundo se para por los instantes y disfrutan luciendo sus espeluznantes rostros sin complejos. «Hice la bola con un globo blanco y le metí una linterna. En el bolsillo tenía chocolates y purpurina para lanzar al público», describe Viñoli, que cuenta que no todas las brujas son feas. «Están la bruja fea y la bruja guapa, en mi año se presentó la bruja del bosque, que era guapa», relata. Aun así, esta noche verrugas, narices puntiagudas y dientes negros llenarán el escenario con las diez candidatas.
