Bomberos de carne, hueso y trapo
El cuerpo de bomberos de San Bartolomé de Tirajana, que desarrolla un proyecto por los centros escolares del municipio enfocado en la prevención, protección y primeros auxilios, no se detiene en confinamiento y sus marionetas toman el mando
La creatividad y la innovación marcan la diferencia en todos los ámbitos de la vida. Son factores que propician el interés externo y generan inquietud en la detección. El cuerpo de bomberos de San Bartolomé de Tirajana inició el proyecto Protegemos educando hace cuatro años, orientado a los jóvenes y a los adultos y con contenidos sobre prevención, protección y primeros auxilios. El planteamiento es necesario y cotidiano, pero lo distinto es el enfoque y las herramientas para despertar interés.
En ese periodo de tiempo, los miembros del parque de bomberos del municipio sureño pretenden concienciar a la población de las formas de actuación ante diferentes situaciones de riesgo, como son los incendios, los accidentes domésticos o de tráfico, entre otros aspectos, mediante charlas informativas, talleres y múltiples actividades. Visitan centros de la tercera edad y agrupaciones, pero, principalmente, se centran en los niños y niñas de los 18 centros educativos públicos de San Bartolomé de Tirajana a los que acuden cada año.
«Inicialmente se daba a los alumnos de sexto de primaria, pero como luego pasaban a la ESO estaban muy sobrecargados de actividades, por lo que pasamos a los de quinto y estamos una jornada completa con ellos», dice el agente Pablo Bautista, quien aclara que «intentamos concienciar desde las edades más tempranas sobre cómo actuar ante situaciones diversas de la vida, como pueden ser los incendios, los accidentes domésticos con enchufes o aparatos eléctricos; las intoxicaciones porque manipulan productos de limpieza e insecticidas; o las caídas por suelos resbaladizos o sitios que no están bien protegidos».
«Además, vemos también cosas de quemaduras por ayudar a sus padres en la cocina o por estar en ese lugar, por sartenes o cosas hirviendo», añade.
La iniciativa, que arrancó en el curso escolar 2016-2017 para alumnos de primaria, secundaria y bachillerato, presenta una peculiaridad que la distingue. Y es que los bomberos que interactúan con los más jóvenes son de carne y hueso, pero es que también hay uno que es de trapo, y, por si fuera poco, tiene una pandilla que hace las delicias por sus ocurrencias y fechorías. Si en los centros escolares ya levantaban pasiones, ahora en confinamiento su importancia se ha multiplicado por los vídeos, juegos y documentos que facilita el cuerpo de bomberos a través de los medios y las redes sociales para combatir el Covid-19.
«A los colegios llevamos marionetas, unas son compradas y otras me las hizo mi amigo Roberto, quien se dedica al tema de títeres», señala Bautista, quien afirma que tuvo un flechazo con el bombero Emergencio en una juguetería en Triana, auspiciado por su hija, la guionista de muchas historias. A partir de ahí, se unieron la doctora María Auxiliadora para tratar los primeros auxilios, Lumbre para simbolizar el fuego, Imprudencio, el compañero de Emergencio que realiza maldades, y, además, disponen de un cocinero y un perro.
Un equipo de trapo que conecta en las aulas y, ahora en una situación excepcional, con la colaboración del enfermero Santiago Santana, quien lanzó el juego del coronavirus, lo hacen en las redes, acercando consejos para que los más pequeños sepan cómo evitar el contagio.
Un agente peculiar. Emergencio es el jefe de la pandilla, el agente del cuerpo más sofisticado y el encargado de solucionar todos los obstáculos que le ponen su compañero Imprudencio y el fuego Lumbre. Entró un día en el parque merced al bombero Pablo Bautista y ya es uno más de la familia y muy querido.
Un reparto de lujo. La doctora María Auxiliadora, el fuego Lumbre y el bombero Emergencio se centran ahora en luchar contra el Covid-19 y multiplican sus esfuerzos en los vídeos y documentos que lanza el cuerpo de bomberos de San Bartolomé de Tirajana para que los niños y niñas lleven a cabo la mejor prevención.
