El turismo creció más rápido que la isla

La década de los 80 marcó el estreno de Fuerteventura en el mercado turístico, aunque lentamente. Hay que esperar a los 90 para que se afiancen las cifras de los visitantes. Por ejemplo, en 1993 los turistas que aterrizaron fueron 675.645 personas. En el 2000, se comenzó el milenio con 1.273.925 visitantes, para en el 2008, en plena crisis económica, sostenerse con 1.456.528 turistas. El auge nadie lo duda hoy en día con 3,4 millones de visitantes en 2016.

Todo este baile de cifras solo da idea de la escalada turística a la que el Cabildo ha tenido que hacer frente durante los últimos 35 años. Para estos visitantes, había que construir infraestructuras, fundamentalmente aeropuerto, puertos y carreteras. Y, para los trabajadores que acudieron a la llamada de la industria hotelera, servicios como centros educativos, centros de salud y un mayor hospital, aparte de viviendas de las que se ocupó la iniciativa privada.

Fuerteventura creció en 35 años desde los 27.000 majoreros de 1982 hasta los 107.521 habitantes reflejados en el último censo de 2016, que la sitúa como cuarta isla más poblada de Canarias por debajo de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote. Algo impensable hace tres décadas. Incluso no hace falta irse tan lejos; en el 2000, vivían 60.124 personas en toda la isla para, apenas ocho años más tarde, dar el salto a los 100.929 vecinos.

La nueva población también aumentó en procedencia, pasando a ser los nacidos en la isla casi la mitad del total, quedando casi en minoría en las localidades turísticas como Corralejo, El Castillo, Costa Calma o Morro Jable, frente a alemanes, italianos, ingleses y ciudadanos de origen marroquí.

Codo con codo con el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura construyó el Hospital General en Puerto del Rosario que, inaugurado el 14 de octubre de 1982, se quedó pequeño en menos de una década. Las sucesivas obras de ampliaciones, desde hace unos 14 años, han intentado paliar la demanda sanitaria que incluso el actual consejero regional de área, José Manuel Baltar, reconoció en su última visita como aún peculiaridad de Fuerteventura que el número de cartillas sanitarias supera con creces el número de pacientes atendidos: 20.000 tarjetas frente a 80.000 enfermos.

Aunque todavía se ha finalizado la mayor parte de la nueva autovía norte-sur, las carreteras han estado a la par del crecimiento turístico y poblacional. No en cambio los colegios, que fue una de las demandas eternas en los años de mayor auge de visitantes y que se solventó con aulas prefabricadas. Hoy en día, la deuda de plazas educativas, está saldada.