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El mal olor también contamina

El mal olor también contamina

Canarias será pionera en España en regular la contaminación por malos olores cuando el año que viene apruebe el decreto de protección de la atmósfera frente a la contaminación que el Gobierno ha comenzado a tramitar y que pondrá fin a los 10 años de vacío reglamentario con el que se ha aplicado en las islas la ley estatal de calidad del aire.

Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife

Jueves, 1 de enero 1970

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Llega con una década de retraso, pero será pionero. El futuro decreto de protección de la atmósfera de Canarias, cuya tramitación acaba de iniciar la Consejería Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, viene a desarrollar a nivel autonómico la Ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera aprobada a nivel estatal en 2007 y, por tanto, a adaptarla a las singularidades del archipiélago. Pero, el departamento de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental del Gobierno de Canarias no ha querido quedarse solo en reglamentar la norma básica, sino que ha dado un paso más y ha incluido en el decreto el control y regulación de la contaminación ambiental por olor, una medida pionera que colocaría a las islas al nivel de países como Holanda o Alemania, pioneros en la adopción de políticas en esta materia.

Así pues, el decreto canario será primero documento legislativo que contemple la contaminación por malos olores en España. Cataluña llego a tener anteproyecto de ley contra la contaminación odorífera que nunca se aprobó y también en la Comunidad Valenciana hubo algún intento que tampoco fructifico. Hasta ahora solo existen algunas ordenanzas municipales que regulan la emisión de malos olores. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es uno de los pocos que tiene un indice de percepción de olores en su Ordenanza Municipal de la Atmósfera frente a la Contaminación por Formas de Materia.

Y pese a ellos, situaciones como la que padecen las poblaciones vecinas al complejo ambiental del Salto del Negro, que están a menos de medio kilómetro de las zonas de almacenamiento de la basura, o los que viven en el entorno de las estaciones de bombeo de Barranco Seco, ambos en la capital grancanaria, o la de Cabo Llanos, en Santa Cruz de Tenerife, son «tres casos conflictivos» a los que ha mirado el departamento de que dirige Nieves Lady Barreto para establecer un sistema de medición de la contaminación por malos olores, según el nivel del olor y las molestias que provoca a las personas.

Alberto Santana, jefe de Servicio de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental, explica que en principio el decreto hace una categorización son el tipo de instalación, aunque añade una coletilla que permite poder subir de categorías a aquellas industrias autorizadas «en función de la distancia a la que esté de núcleos habitados o de las molestias» que refieran los vecinos.

Al decreto, que está en información pública hasta el día 24 de este mes y que el Gobierno espera aprobar a finales de 2018, se ha intentado trasladar la normativa que se está aplicando a nivel europeo en esta materia, de manera que refleja una categorización por niveles de molestia -alto, medio y bajo- y unos valores límites de emisión de olor en función de unas unidades olfatométricas establecidas.

El objetivo último de este aspecto del nuevo decreto de protección de la atmósfera, indica Alberto Santana, es que «las empresas y la administración se pongan las pilas» y se mitigue la emisión de malos olores a la atmósfera en aquellas actividades que están contaminando mediante la aplicación de medidas correctivas. El decreto tamb ién recoge un régimen sancionador previa apertura de expediente administrativo.

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