El Galdós que ven los artistas
Benito Pérez Galdós era «un filón» para los pintores y escultores. Nunca se negó a posar para quien se lo pedía y era, asegura el también artista Teo Mesa, «un gran posador». De las más de 70 obras escultóricas y pictóricas que el literato grancanario protagonizó en vida, y tras su muerte, ha hecho una exhaustiva investigación Teo Mesa.
Rosa Rodríguez y / Santa Cruz de Tenerife
Jueves, 18 de enero 2018, 18:08
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920) era muy amigo de los artistas de su época. De hecho, el mismo era un «excelente dibujante y pintor». Por eso, por el prestigio y la fama que le había concedido su literatura y porque «su fisonomía, la estructura de su cabeza, se prestaba a la inspiración». Don Benito fue pintado, dibujado y esculpido en más de 70 ocasiones por otros tantos artistas. También lo ha sido por el artista y crítico grancanario Teo Mesa que, además, ha estado 12 años investigando las obras para las que Pérez Galdós fue motivo de inspiración para, finalmente, llevarlas al libro El arte inspirado en Pérez Galdós, que la tarde de este jueves presenta en El Museo Canario.
En la hemeroteca de El Museo Canario fue donde comenzó a tirar del hilo, pero también estuvo de la casa-museo Pérez Galdós y consultó periódicos y revistas en la Biblioteca Nacional y en los propios medios hasta recopilar todo lo que hay en el mundo sobre la iconografía artística del autor de los Episodios Nacionales. «Hay esculturas, dibujos y pinturas de Galdós en Canarias, en la península, en Cuba, en Venezuela y en Buenos Aires», recuenta Teo Mesa, que puntualiza que, mientras vivió, todas se hicieron del natural, con el escritor posando.
«Galdós era un gran posador y le encantaba posar». Era, dice Mesa, «un filón» para quienes lo pintaban o esculpían porque «no se movía; sería por su pachorra canaria», bromea. Pero, además, el escritor, varias veces candidato al Nobel de Literatura, era «muy amigo» de los artistas de su época y «lo iban a buscar para que posara para ellos».
Cuando comenzó su investigación, Mesa no pensaba «que hubiera tanto sobre Galdós. «Me encontré con un maremágnum de información» que le llevó más de una década abordar y trasladar a las 408 páginas del libro que este jueves presenta en forma de cronología comentada y profundamente analizada de todas las obras.
Cronología
Teo Mesa ha estructurado las más de 400 páginas que componen El arte inspirado en Galdós. Esculturas monumentales, bustos escultóricos, pinturas y dibujos en tres partes para analizar desde los grandes monumentos dedicados Benito Pérez Galdós hasta los dibujos y mascarillas que le tomaron el mismo día de su muerte, aún de cuerpo presente.
Mesa hace un exhaustivo análisis de los grandes monumentos dedicados a Galdós -las esculturas de Victorio Macho que están en el parque de El Retiro, en Madrid, y en la casa-museo Pérez Galdós, en Las Palmas de Gran Canaria (1921), y la de la plaza de la Feria (1970), de Pablo Serrano- y también analiza las distintas obras de otros artistas -escultores, pintores o dibujantes- dedicadas al literato. Lo hace por orden cronológico, comenzando con el primer dibujo a pastel (del natural), que le dedica el pintor Nicolás Massieu y Falcón, y acaba con la obra del escultor también grancanario Agustín Bautista ubicada en el IES Pérez Galdós (2015). La última parte del volumen la dedica a las obras postmorten que le hicieron varios artistas el día de su muerte, el 4 de enero de 1920.