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Joshua, ganador de 'Maestros de la Costura': "Me siento como los Rolling"

Joshua, ganador de 'Maestros de la Costura': "Me siento como los Rolling"

Joshua Velázquez es el canario ganador de la tercera edición del talent Maestros de la Costura, después de una reñida final en la que compitió con Begoña, una experiencia que le va a "cambiar la vida" y en la que percibe el cariño de la gente como si estuviera en un concierto de los Rolling Stones.

Inmaculada Tapia (Efe) Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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Ha recibido miles de mensajes, cartas y regalos. "Cada día cuando salgo a la ventana a aplaudir la labor de los sanitarios veo a las señoras con los móviles haciéndome fotos. Me siento como si estuviera en un concierto de los Rolling", dice Joshua, en una entrevista a Efe, refiriéndose al apoyo del público.

Algo que le llena de satisfacción. "Los espectadores son los potenciales consumidores de moda, los clientes y sin ellos no hacemos nada", añade.

El aprendiz canario, el primer hombre que gana el concurso, confiesa que "no lo esperaba" y reconoce que Begoña, con la que se batió en el duelo final, "era la contrincante más fuerte, perfecta: un amor y una gran rival".

Auxiliar de enfermería

Auxiliar de enfermería, aunque no ejerce, y opositor, con los libros "llenos de polvo", al cuerpo de la Guardia Civil, Joshua confiesa que no lleva "mal" este tiempo de confinamiento que le ayuda a reflexionar sobre el futuro.

"El libro de las oposiciones lo vi por ultima vez hace un mes y no lo pienso tocar después de este cambio tan drástico en mi vida", explica entre risas.

Alzarse como ganador es un premio a la constancia. Joshua se presentó a las pruebas de selección de las dos ediciones anteriores del programa y en ninguna de ellas logró salir elegido. "Hasta ahora, en el programa nunca había habido un canario".

Valora su paso por el talent "constante" y reconoce que su intención era siempre "permanecer una semana más y disfrutarlo".

Considera que Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro Palomo, los jueces, quizá han sido en esta edición "más duros" que en otras, pero en su "justa medida. "Es normal que ya no pasen cosas de primero de costura", ha dicho.

Estudiar

Asegura que de los tres ha aprendido cosas, pero siente una debilidad especial por María Escoté. "Soy muy fan de su trabajo. Desde que empecé en el mundo de la moda la sigo" y añade que se ha llevado una "sorpresa grande" con Caprile y Palomo.

"Caprile es un amor de persona, Palomo igual, y además me ha ayudado mucho a racionalizar el premio". Conocerles a ellos y a "Raquel (la presentadora) es lo que me llevo", porque su meta no era "ganar el dinero, era estudiar".

En España estudiar moda es "muy costoso" y si algo tiene claro es que esa es su prioridad. "No es el momento de apostar por crear una marca ni hacer una colección. Quiero formarme y madurar la idea, pensándolo todo muy bien".

Una vida por delante

A sus 28 años, considera que tiene una vida por delante para sacar una colección y tiene muy en cuenta que si el "boom" se desinfla "puedo llegar a cero, pero es que antes de comenzar el programa estaba en el menos mil", un momento en el que tenía que decidir qué parte de su dinero lo destinaba a comida o a comprar materiales.

"Más abajo no voy a llegar", dice este diseñador que ha vestido a Paris Hilton. "Un día su estilista se puso en contacto conmigo y le envié varias piezas", su gran sorpresa fue cuando, en Instagram, la "influencer" se fotografió con alguno de sus diseños.

Una de sus mayores satisfacciones la tuvo hace una semana cuando de madrugada recibió un mensaje de Michael Costello, diseñador que ha vestido a Beyonce o Madonna, "archiconocido" tras su paso por el talent de costura americano, presentado por Heidi Klum "Project Runway", y uno de sus creadores de cabecera.

A ganar

"No ganó, pero lo conoce todo el mundo y del resto de concursantes no se sabe nada. Me llenó de emoción que me escribiera y me dijera 'te deseo lo mejor", y advierte, "nunca se sabe dónde se pueden acabar las cosas".

Reconoce que a pesar de los roces inevitables producto de la "competitividad" se lleva una buena experiencia del trato con sus compañeros. "Competitividad teníamos todos lo que pasa que a unos se nos notaba más que otros. Yo iba a ganar".

Y feliz concluye, "el límite no está en el cielo está en el universo".

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