Modelo fuera de la cancha

El base catalán está encantado en Gran Canaria, se aproxima su quinta temporada en el equipo isleño y lo cierto es que tanto él como su familia se han adaptado perfectamente a la vida en la Isla. «Estamos muy bien en Canarias, demasiado bien. Los niños se adaptaron desde la primera semana tanto al colegio como en la comunidad donde vivimos», relató sobre sus pequeños, Aina (12) y Marc (9), ambos juegan en la cantera del Gran Canaria. Oliver bromea y cuenta que «el niño habla más canario que los de aquí», bromea. Esta Navidad, Oliver se rodeará de sus compañeros de equipo porque tendrá que entrenar duro para la ristra de partidos que le espera al equipo que juega el 20, 23, 27 y 30 de diciembre. «El 24 lo suelo pasar con la familia Báez», dice en referencia a su compañero del Granca Eulis Báez y otro año lo celebró con Savané.

«Solemos hacer piña porque como casi todos somos de fuera y estamos lejos de nuestras casas, cada año nos juntamos», detalla sobre sus compañeros de equipo, entre cambio y cambio de ropa. Aunque hizo de modelo por primera vez, Oliver se fue soltando y acabó disfrutando de la sesión de fotos: «Al principio estaba algo incómodo, desde fuera parece fácil pero no es tan fácil». El deportista profesional le pide a los Reyes Magos que perdure la estabilidad de la que goza: «Seguir como estos años, que el equipo siga compitiendo a este nivel, jugando bien, intentar llegar a una semifinal, pasar de cuartos y como hace años, ganarla, que es difícil. Puedo seguir jugando bien y aportando cosas. Y personalmente que continúe todo tan bien, la vida que tenemos es muy buena».

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