Las mejores canciones de Raffaella Carrà
La estrella del lamé y la lentejuela era una hacedora de grandes éxitos que ponían a todo el mundo a bailar a un ritmo trepidante y festivo
Las canciones de Raffaella Carrà eran como la gaseosa: efervescentes, chispeantes y banales. La estrella del lamé y la lentejuela era una hacedora de grandes éxitos que ponían a todo el mundo a bailar a un ritmo trepidante y festivo. Sus temas invitaban al desmadre, la lujuria y el cachondeo. Que tire la primera quien no haya entonado 'Que dolor'. Había que atornillarse a los pies al suelo para no danzar al son de 'Caliente, caliente'. Los hits de la Carrà eran una oda al Benidorm hortera, un confeti musical, un canto a la superficialidad simpática.
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Estrellato indiscutible
En el momento más efervescente de su carrera, la diva lanzó, a principios de los 80, este disco con dos títulos memorables: 'Mamá dame 100 pesetas' y 'Adiós amigo'. ¿Por qué quería 20 duros la italiana? «Porque a América me voy». Éxodo sin traumas.
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El elepé más exitoso
Quizá sea el elepé más conocido de la artista. La canción triunfal es 'Fiesta'. Son muchas las versiones en diferentes idiomas de este tema, que es un homenaje a la jarana y una alabanza sin remilgos de la mentira. «Es sabido que es peligroso decir siempre la verdad».
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Invitación al desmadre
Incluye la celebérrima canción 'En el amor todo es empezar' (1976). Un divertido homenaje al despiporre sexual y a la promiscuidad. Éxito apabullante de la Carrà que es toda una apología del poliamor. Sin tapujos, Carrá era taxativa: «Búscate otro más bueno».
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Cuerpo en llamas
'Caliente, caliente' es una tórrida composición en la que la estrella de Bolonia daba cuenta del motín de sus hormonas y su ingobernable ardor. «Hace tiempo que mi cuerpo anda loco, anda suelto y no lo puedo frenar», confesaba con desparpajo la cantante.
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Destrezas sureñas
Alabanza sin matices de las capacidades amatorias del varón mediterráneo. La Carrà la cantaba con desenfreno y sin descoyuntarse.