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«La sociedad es la más incrédula y la más crédula»

El veterano periodista estrena la tercera temporada del programa Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años, que vuelve a #0 (Movistar+), y que para el comunicador supone un «regalo de fin de carrera» que le da la oportunidad de satisfacer su «extensa curiosidad». Con esta serie, Gabilondo (San Sebastián, 1942) intenta arrojar luz sobre las grandes incógnitas del futuro.

Efe / Madrid y RAquel de Blas (EFE) Madrid

Lunes, 21 de mayo 2018, 10:33

—¿Qué papel tendrán los medios de comunicación en ese futuro que imagina?

— Los medios bastante tienen con ver cómo flotan en el cambio que se está produciendo delante de sus ojos como si fueran espectadores del espectáculo. Los medios están viendo cómo sobrevivir a este gran movimiento y colocarse ante él. Yo no sé cómo van a sobrevivir, ni qué tipo de fórmulas van a encontrar, pero sé que el periodismo sí va a sobrevivir y con un gran futuro. No sé si con las actuales formas, con las actuales estructuras o con los actuales medios, pero por supuesto que va a sobrevivir, aunque aparecerá en cincuenta manifestaciones organizativas que no tienen absolutamente nada que ver con las que hemos conocido. Y va a sobrevivir seguro porque la gente se ha dado cuenta de que necesita identificar las señales de valor. Ahora mismo recibes en el día tal cantidad de señales de todos los medios, que vas a tener necesidad de saber dónde colocar tu credibilidad y tu solvencia, y eso va a transformar las cosas, pero asegurará la supervivencia del oficio.

—¿Cómo se recupera esa credibilidad perdida y la falta de confianza de la opinión pública?

—Eso es lo que no sé. Yo intento vivir lo más seriamente posible mi trabajo y lo más decentemente posible, no tengo una receta universal para nada. Lo que sé es que en estas transformaciones cada ser humano va a ser desafiado con nuevas dificultades e interrogantes y a ver cómo los responde.

— ¿Cómo nos defendemos de las noticias falsas?

— No es muy fácil de responder esta pregunta porque lo primero es que tú no sabes que son falsas, las noticias no vienen con una bandera de color naranja diciendo ¡atención, noticia falsa!. Vienen disfrazadas de noticias falsas. Hay que desarrollar el criterio, la capacidad de observar... Puede haber organizamos que establezcan unos controles pero en última instancia no se va a poder evitar la circulación que filtre información equivocada. Además, uno de los problemas de nuestro tiempo es que la sociedad es al mismo tiempo la más incrédula que ha habido en la historia y la más crédula que ha habido en la historia, no se cree ni a su padre y se lo cree todo a la vez, por lo cual tendrá que decidir si se hace más cauta o concede credibilidad a todo.

—¿Qué papel tendrán los medios de comunicación en ese futuro que imagina?

— Los medios bastante tienen con ver cómo flotan en el cambio que se está produciendo delante de sus ojos como si fueran espectadores del espectáculo. Los medios están viendo cómo sobrevivir a este gran movimiento y colocarse ante él. Yo no sé cómo van a sobrevivir, ni qué tipo de fórmulas van a encontrar, pero sé que el periodismo sí va a sobrevivir y con un gran futuro. No sé si con las actuales formas, con las actuales estructuras o con los actuales medios, pero por supuesto que va a sobrevivir, aunque aparecerá en cincuenta manifestaciones organizativas que no tienen absolutamente nada que ver con las que hemos conocido. Y va a sobrevivir seguro porque la gente se ha dado cuenta de que necesita identificar las señales de valor. Ahora mismo recibes en el día tal cantidad de señales de todos los medios, que vas a tener necesidad de saber dónde colocar tu credibilidad y tu solvencia, y eso va a transformar las cosas, pero asegurará la supervivencia del oficio.

—¿Cómo se recupera esa credibilidad perdida y la falta de confianza de la opinión pública?

—Eso es lo que no sé. Yo intento vivir lo más seriamente posible mi trabajo y lo más decentemente posible, no tengo una receta universal para nada. Lo que sé es que en estas transformaciones cada ser humano va a ser desafiado con nuevas dificultades e interrogantes y a ver cómo los responde.

— ¿Cómo nos defendemos de las noticias falsas?

— No es muy fácil de responder esta pregunta porque lo primero es que tú no sabes que son falsas, las noticias no vienen con una bandera de color naranja diciendo ¡atención, noticia falsa!. Vienen disfrazadas de noticias falsas. Hay que desarrollar el criterio, la capacidad de observar... Puede haber organizamos que establezcan unos controles pero en última instancia no se va a poder evitar la circulación que filtre información equivocada. Además, uno de los problemas de nuestro tiempo es que la sociedad es al mismo tiempo la más incrédula que ha habido en la historia y la más crédula que ha habido en la historia, no se cree ni a su padre y se lo cree todo a la vez, por lo cual tendrá que decidir si se hace más cauta o concede credibilidad a todo.

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