Deneuve recibe «sorprendida» el máximo premio artístico nipón

«Soy una intérprete, no una creadora», dijo la actriz de 75 años durante la rueda de prensa de presentación de los premiados celebrada ayer en el Hotel Okura de Tokio y en la que estuvo acompañada por su compatriota y arquitecto Christian de Portzamparc y la escultora japonesa Fujiko Nakaya.

Deneuve, haciendo gala de espontaneidad, aseguró que frente a ella sólo tenía «un papel en blanco», lo único que creyó que necesitaría en una rueda de prensa, en las que «como actriz» está «acostumbrada a responder a preguntas de la prensa» y no al revés. La parisina se consideró «una parte» del trabajo realizado durante décadas con «mucha y muy diferente gente».

Entre esa gente se encuentran el polémico director Roman Polanski (Repulsion, 1965), el cineasta español Luis Buñuel (Belle de Jour, 1967) o el cantante británico David Bowie, con quien compartió cartel en The Hunger (1983). «Me complace mucho estar aquí y me siento muy honrada», declaró Deneuve, quien agradeció al director japonés Hirokazu Kore-eda, bajo cuyas órdenes está rodando en París La verité (con estreno previsto en 2019), el haberle dado unos días para recoger el premio.

Deneuve suma con el Praemium Imperiale un nuevo reconocimiento a su carrera, en la que cuenta con dos Premios César por Le Dernier Métro e Indochine –que también le valió una nominación a los Óscar–, una Copa Volpi y el Premio Lumiére.

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