Ángel Cristo, hijo de Bárbara Rey: «La verdadera pesadilla era mi madre»

El programa cuenta con un material de diez horas de grabación, del que ha avanzado algunas de las declaraciones más jugosas. Sobre su infancia y adolescencia, explica que «había mucho miedo, terror y sangre. El miedo es que no maten a tu madre. En aquella casa (en referencia a su hogar en La Moraleja) entraba y salía de todo: drogas, alcohol, prostitutas…», describe. «Mi madre, desde que llegaba a casa del colegio me cargaba con toda la responsabilidad. Daba igual que tuviera que estudiar o que tuviera exámenes», abunda.

Y es que, a sus 43 años, Ángel refleja un panorama desolador en el que su hermana vivía inmersa en las adicciones. «Desde los 13 años, mi hermana no tiene ni idea de lo que ocurre en casa, se pasaba 24 horas drogada», una droga que, según la versión del hijo del domador, obtenía gracias a la gran cantidad de dinero en efectivo que había en su casa. «Lo sacaba de la habitación de mi madre. Siempre ha habido mucho dinero en efectivo», detalla.

Y precisamente al explicar el origen del dinero es cuando el hijo de Bárbara Rey hace una inesperada confesión: «Venía de unos pagos que le hacían periódicamente a mi madre por el chantaje al rey de España». «Yo hice fotos de mi madre y el rey. Muchas fotos», afirma. Por entonces, él era menor de edad y, según explica, siguió las instrucciones de su madre: «Ella decidió hacerle unas fotos al rey y yo fui a hacerlas».

Sin embargo, parece que el dinero no duraba tanto como cabría esperar ya que Ángel Cristo Jr. apunta a los problemas de ludopatía de su madre: «Mi madre se gastó mucho mucho dinero en el casino. Desde 100 euros a 30.000 euros en una noche».

Desde hace años, el hijo de la vedette está alejado de los focos y poco hemos sabido de él más allá de alguna entrevista en la que, por norma general, se había mostrado mucho más discreto, y declaraciones para valorar intervenciones de su familia, como cuando su hermana manifestó en el programa 'Secret Story' que había sufrido abusos sexuales con cinco años. Entonces, Ángel explicó a la revista 'Lecturas' que «cuando vivíamos con mi padre, cogíamos piojos por la gente del circo que le traía la droga a casa. Era gentuza. Ahí sitúo los abusos de mi hermana». «Tendría que haberla protegido, pero no me enteré», lamentó.

Ángel cursó estudios en Boston, donde se especializó en conciertos en directo y management. Separado de su pareja desde hace tres años, tiene una hija de cinco de cuya existencia supimos gracias a la orgullosa abuela, que pregonó su felicidad a los cuatro vientos en su perfil de Instagram: «Mi felicidad es indescriptible. Soy abuela de una niña preciosa, buena y sobre todo sana. Nunca imaginé que ser abuela produjera esta felicidad tan enorme, no tengo palabras». Siempre orgullosa de sus hijos, habrá que ver ahora qué opina sobre la entrevista concedida por su primogénito.