Transición Ecológica, Economía y Obras Públicas, las que menos ejecutan su presupuesto

De los 12.000 millones de crédito definitivo que la comunidad autónoma dispone para este ejercicio de 2024, entre el 1 de enero y el 30 de junio había ejecutado 5.193 millones, cifra que supone el 43,24% -en torno a cuatro puntos más que en el mismo periodo del año pasado-, según los registros de la Intervención General publicados en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) la pasada semana.

Muy lejos de esta media están las consejerías de Economía, Industria, Comercio y Autonónomos; Obras Públicas, Transportes y Vivienda y, especialmente, el área de Transición Ecológica y Energía.

En el primero de los casos, que dirige el también vicepresidente del Gobierno, Manuel Domínguez, sus cifras apenas alcanzan los 10 millones gastados de los 87,6 millones asignados, es decir, su presupuesto ejecutado suma un 11% en el primer semestre del año.

Además, de los 625, 6 millones que cuenta el departamento de Pablo Rodríguez, las obligaciones reconocidas por Obras Públicas, a mitad de año no llegaron al 13%, lo que supone en torno a 79,7 millones.

Peor lo lleva el departamento que dirige Mariano Hernández Zapata. Sus números revelan que de los 509,4 millones disponibles para el actual ejercicio, entre enero y junio solo gastó el 4,95%, poco más de 25 millones de euros, según el informe de la Intervención General de la comunidad autónoma.

La baja ejecución de estas consejerías, en cualquier caso, no es un asunto novedoso en el archipiélago y practicamente se repiten las mismas cifras que en el primer semestre del año pasado, el último del Gobierno del Pacto de las Flores, integrado por PSOE, NC, Podemos y ASG.

Así, entre enero y junio de 2023, Obras Públicas, con un 12%, y Transición Ecológica, con un 10,70% -un porcentaje ligeramente superior que en 2024 en este caso-, fueron los departamentos que registraron el gasto más bajo de toda la comunidad autónoma.

A nivel general, en este tiempo alcanzó el 39,41% de ejecución de 11.360 millones de presupuesto que tuvo el Ejecutivo autonómico, según detalló el informe de la Intervención general.

En cuanto a la ejecución de este año, ha sido desigual. Frente a las menos gastadoras se sitúan las áreas que más han gastado su presupuesto.

A las habituales de Sanidad y Educación, cuyo alto nivel de obligaciones reconocidas responden sobre todo al pago de la plantilla, se une Bienestar Social, que ya ha gastado más de la mitad del dinero que le corresponde en este ejercicio, igualmente por el abono de prestaciones que debe afrontar.

Estas tres áreas en conjunto han gastado en torno a 4.000 millones de euros, casi la tercera parte del presupuesto total de la comunidad autónoma. Así, el área de Esther Monzón es la que más ha ejecutado su presupuesto, basicamente para afrontar el pago de las 35.000 nóminas del Servicio Canario de Salud (SCS). En total, han sido 2.401 millones de los 4.114 que tiene en sus arcas.

Le sigue Educación y Deportes, que ha gastado en los primeros seis meses de 2024 el 47,77% de las partidas disponibles, que suman 1.027 millones de 2.150 millones. Por su parte, el departamento que dirige Candelaria Delgado tiene obligaciones reconocidas en seis meses por valor de 461 millones. Este montante supone el 56,32% de los 818 millones que tiene en su presupuesto para este ejercicio.

El resto de consejerías se mueve entre el 28,7% del área de Turismo y Empleo al 31,4% de ejecución del área de Hacienda.

El resumen por capítulos publicado en el informe de la Intervención General de la comunidad autónoma apunta que las inversiones del Gobierno de Canarias entre los meses de enero y junio no superaron el 11,8% entre los capítulos VI y VII, es decir, entre las inversiones realizadas directamente y las transferencias de capital a las corporaciones locales, tanto a cabildos como a ayuntamientos.

En estos dos epígrafes, el montante dispuesto por la comunidad autónoma ascendió a 2.242 millones, de los que 1.390 millones corresponden a transferencias de capital y 851 millones estaban consignados en inversiones reales.

Sin embargo, en el primer semestre de 2024 apenas se reconocieron obligaciones por valor de 266 millones. De esta cuantía total, en torno a 102 millones pertenecen al capítulo VI, es decir que la inversión real no llegó a alcanzar ni el 12%, mientras que el capítulo VII, las transferencias de capital realizadas fueron un poco más elevadas en cifras absolutas y ascendieron a 164 millones, que igualmente se quedó en un 11,7% del montante destinado a este epígrafe.

Las cifras, tal como ocurrió en la ejecución por departamentos entre el 1 de enero y el 30 de junio, es similar a la registrada el primer semestre del año 2023, aunque en aquel ejercicio la partida era ligeramente más elevada.

Así, de los 2.367 millones -853 millones de inversiones reales y 1.514 de transferencias de capital- disponibles para los dos capítulos, solo se reconocieron obligaciones por 423 millones. De ellos, 118 millones se gastaron en el capítulo VI, es decir que la inversión directa apenas se quedo en un 13%, mientras que en el capítulo VII, las transferencias de capita, ascendieron a 304 millones, un 20% del presupuesto asignado.

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