PSOE y PP se unen para suavizar las acciones contra de las prospecciones de Marruecos
El Parlamento de Canarias ha aprobado una proposición no de ley para la defensa de las aguas territoriales del archipiélago
Los grupos parlamentarios no han llegado a un consenso para endurecer las exigencias contra las prospecciones petrolíferas que el Gobierno de Marruecos, apoyado por Israel y con el beneplácito de Estados Unidos, planea en aguas cercanas al archipiélago, a pesar de que todos ven la necesidad de encontrar un posicionamiento unánime que defienda los intereses de Canarias. En este contexto, el Parlamento regional aprobó ayer la proposición no de ley presentada por el Grupo Nacionalista y enmendada vía transaccional, que sectó la votación de sus tres principales puntos a petición del Grupo Popular y el Grupo Socialista.
El conflicto radicaba en el segundo -el único rechazado por 36 votos en contra- que pide una investigación sobre las prospecciones para verificar si afectan o no a las islas y exigir que las empresas concesionarias que cumplan con los protocolos exigidos en materia medioambiental. Para el PP, esta demanda se extralimita de las competencias autonómicas y entra en materia de Acción Exterior, por lo que dejan en manos del Estado y Europa la toma de decisiones.
Por su parte, el PSOE niega que, «con la información disponible», haya solapamiento con las aguas españolas, al tiempo que asegura que el Gobierno no tiene por qué pronunciarse de momento sobre temas de derecho internacional. Piden, así, confiar en la diplomacia para establecer una «relación sana» entre ambos países y, también, en Marruecos, para quien España es el primer socio comercial. Una visión compartida en parte por el PP, que aludió a un diálogo fluido con el país alauita y que parten del acuerdo de las relaciones bilaterales de 1993.
No fue este el posicionamiento del resto de grupos, que sí reclaman la importancia de Canarias tenga voz ante el «peligro» de las prospecciones. «Es importante que cuando el Estado negocia con otros países asuntos que tienen que ver con nuestras islas se tenga en cuenta a este Parlamento», sentenció el portavoz de ASG, Jesús Ramón.
Para los nacionalistas, las prospecciones significan «un paso más» en la escalada de Marruecos hacia la soberanía del norte de África y no creen que el control de las aguas sea casual. Insisten en la necesidad de salirse del «recetario de lo políticamente correcto» para exigir al Gobierno de España y Europa medidas de alcance global. «La UE intenta mantener un equilibrio imposible: no quiere reconocer su soberanía en el Sáhara Occidental pero, por otro lado, las relaciones con el Rabat van encaminadas en esa dirección», expuso Mario Cabrera ayer en el Parlamento.
Desde Sí Podemos también acusaron la misma falta de posicionamiento ante el expansionismo marroquí, ya que consideran que no puede haber «medias tintas ni falsa neutralidad» en un asunto que está desestabilizando la paz en ambos continentes.
«No se puede modificar de forma unilateral los acuerdos», añadió el Ricardo Fernández, del Grupo Mixto, secundando la petición de exigir a Marruecos cumplir con la legislación internacional.
Más allá de esta falta de consenso, todos los grupos asumen la responsabilidad de denunciar ante las naciones indebidas de la apropiación indebida de las aguas del Sáhara Occidental. Un punto de vista limitante desde el punto de vista de la toma de decisiones, que se extiende, también al último punto de la proposición no de ley y que pide que se incluya como asunto prioritario en las relaciones blaterales con Marruecos el desarrollo de una agenda conjunta para impulsar las energías limpias como alternativa a la exploración y extracción de gas e hidrocarburos.
NC lamenta una visión «reduccionista»
La posición de Nueva Canarias, que también presentó enmiendas al texto, fue la más crítica. Su portavoz ayer en el Parlamento, Luis Campos, aseguró que a pesar del alcance que podía tener la proposición no de ley, esta representaba un pronunciamiento político y, por tanto, se lamentó por la falta de unanimidad de los grupos.
A su juicio, Canarias no se puede poner de lado ante cuestiones que van contra el derecho internacional aún cuando no afecten directamente a la comunidad autónoma. «Me entristece que no se vaya más allá de la visión reduccionista de los partidos, que plantea que podamos legitimar los ataques cuando es a otro y no a las islas».
La enmienda de NC apunta en este sentido, ya que la formación entiende que circunscribirse a la primera parte del texto implica impasividad en caso de que las investigaciones solicitadas corroboren que las prospecciones no se realizan en territorio español. De ser este el caso, insiste Campos, se estarían haciendo en aguas del Sáhara Occidental, territorio sobre el que la ONU no reconoce la soberanía de Marruecos. Actualmente, varias resoluciones de Naciones Unidas, apoyadas por España, buscan llegar a un consenso, por lo que defiende que mientras no se alcance ni su tierra ni sus aguas le pertenecen. Ya una reciente sentencia del Tribunal General de la Unión Europea (TJUE), apuntó el portavoz, anulaba los acuerdos comerciales y de pesca suscritos entre Bruselas y Marruecos por incluir de forma ilegal al Sáhara Occidental. «Si no permite que se beneficie de sus peces en sus aguas, tampoco de la explotación de sus minerales».
De esta manera, Campos cree que el papel que juega el Parlamento en la política no se limita únicamente a la defensa de los intereses canarios -«que por supuesto es lo primero»- sino a la exigencia del cumplimiento de las leyes, en general. Bajo este concepto, considera que no exigir el cumplimiento de la legalidad internacional -lo que incluye a cualquier pueblo, en este caso, del saharaui- implica un acto de «absoluta cobardía» y niega que las competencias de la cámara se extralimiten, como apuntaba el Grupo Popular. «No entiendo por qué nos cuesta decir que paralicemos las prospecciones ilegales -sentenció Campos-. aunque perdamos en la votación de este punto, lo defenderemos y no perderemos la dignidad».