Pestana niega que el último repunte de pateras se deba al aumento de la tensión con Marruecos

El delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, no considera que la causa principal del último repunte de pateras esté relacionado con la crisis diplomática con Marruecos, aunque asegura que «siempre hay que estar ojo avizor» ante un fenómeno que resulta cíclico y de especial relevancia en las islas. En cambio, atribuye el incremento de llegadas, por un lado, a la conclusión del periodo de Ramadán, el mes sagrado en el que se prohiben los «viajes nocturnos», lo que inevitablemente afecta a los flujos. Por otro lado, señala que a este periodo le siguió una temporada de mala mar que condicionaba la navegación y que ahora es más favorable. «Hay que contextualizar el momento en el que vivimos: probablemente esas personas son las que han estado esperando todo ese tiempo unas mejores condiciones para poder embarcarse», indicó.

Además, el delegado ha reconocido una colaboración más «intensa» por parte del país alauita en la intercepción de pateras, según informaciones del centro de Coordinación regional de Salvamento. «Nos consta que en los últimos días han detenido y devuelto al país cinco o seis embarcaciones, muchas más de las que tenemos noticias habitualmente», añadió Pestana, que espera que la crisis diplomática avance en los términos de entendimiento entre ambos países.

Precisamente, una de las barquillas referidas por el delegado fue interceptada este martes al norte de Dajla, a 365 kilómetros de Gran Canaria. A pesar de que Salvamento Marítimo español había mandado a la Guardamar Talía para su rescate, las autoridades marroquíes se adelantaron en el operativo y devolvieron a las 25 personas a bordo al país.

Sin embargo, el flujo migratorio no cesa, y las islas han experimentado un gran incremento de pateras desde el pasado viernes: 515 personas han alcanzado en este tiempo las costas del archipiélago en trece embarcaciones distintas. Las últimas fueron interceptadas entre la noche del martes y la madrugada de ayer, dos cerca de Fuerteventura y otra en Gran Canaria. En total, 138 personas de origen subsahariano entre las que se encontraban 31 mujeres, cinco posibles menores y tres bebés. Unas cifras que se suman a la creciente preocupación de las instituciones por la presencia cada vez más frecuente de estos grupos vulnerables en las embarcaciones.

Con esto se confirma también una nueva tendencia al alza del fenómeno migratorio en las islas. En apenas cinco días han llegado casi tantas personas como durante toda la primera quincena de mayo, aunque parte de estos datos no se verán reflejados en el balance del Ministerio del Interior hasta su próxima publicación. Con todo, en su último informe, que se ha dado a conocer ayer, indica que hasta el día 30 de mayo habían alcanzado las costas canarias 5.385 inmigrantes a bordo de 149 embarcaciones, lo que supone casi un 118% más respecto a los cinco primeros meses del pasado 2020.

En el conjunto de España también crecen las cifras un 44% sobre el mismo periodo del año anterior, sin contar la avalancha de 9.000 personas que cruzaron la frontera de Ceuta a mitad de mes, de los que unos 8.000 han sido ya devueltos a su país. Según el Ministerio del Interior, la causa de haberlos mantenido al margen del informe responde a que estos datos «no han podido ser actualizados» porque «se encuentran bajo análisis y tratamiento».

Por su parte, Anselmo Pestana apuntó que aun quedan en Canarias un total de 2.151 personas, alrededor de 1.700 acogidas en los centros del Plan Canarias, además de otros casi 280 en los centros de Gestión Compartida.

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