«Pedro Sánchez siempre ha dado la cara, cosa que no ocurría antes»
La diputada más joven del hemiciclo repasa los principales hitos de los dos primeros años de una legislatura «complicada»
La diputada canaria Ada Santana (Las Palmas de Gran Canaria, 1998) hace balance de sus dos años en el Congreso de los Diputados, siendo la más joven del hemiciclo, en un contexto marcado por los presuntos casos de corrupción, el auge de la ultraderecha y diversas tareas pendientes.
–Caso Cerdán–Koldo–Ábalos, persecución de personas migrantes, problema de la vivienda... ¿Cómo valora el momento político actual?
–Estamos en un momento crucial, porque lo que hagamos o dejemos de hacer va a marcar el rumbo, ya no solo de la legislatura, sino de lo que ocurra en el país en un futuro. Un momento, en el que estamos viendo, sobre todo, como esos discursos de odio, sobre todo a la población migrante, cómo estamos dando pasos para atrás y el racismo más presente, cada vez calan más en la ciudadanía y estamos en el momento de tomar acción y de hacer algo porque si no, desde luego, lo vamos a derivar. Lo estamos viendo ya en Torre Pacheco, y desde luego, esto en un Estado democrático, es algo intolerable. Debemos actuar con urgencia, porque ya hemos pasado líneas que nunca debíamos pasar, y no podemos permitir que esto siga avanzando.
–Hace unos días tuvimos ese pleno monográfico sobre corrupción. ¿Cree que Sánchez salió reforzado de él? ¿Aguantará lo que queda de legislatura?
–Hay que poner algo en valor de este Gobierno y, sobre todo, del presidente, que siempre ha dado la cara, cosa que no ocurría antes. Cuando había un conflicto, el modus operandi de Rajoy era tirar la pelota para arriba y conectar un problema con otro problema. Sin embargo, Pedro Sánchez, siempre que ha habido un problema significativo ha dado la cara. Creo que salió reforzado no solo por el apoyo de los socios de Gobierno, sino porque algo quedó evidenciado, por si todavía había algún español que no lo tenía claro: la oposición no tiene ningún proyecto de país. Sobre que se mantenga la legislatura diría que no lo sabemos desde el 24 de julio de 2023, noche en la que vimos la posibilidad de mantener un gobierno progresista y de izquierdas. Desde ese día, el PP ya estaba pidiendo elecciones, y solo han sido capaces de recabar el apoyo de Vox, mientras que el PSOE ha aglutinado una mayoría absoluta para poder gobernar y, además, para aprobar leyes que han mejorado significativamente la vida de las personas.
«El Partido Popular está tomando una corriente que no les representa, dejando a huérfanos de voto»
–¿Qué opina de la estrategia del PP de arrebatar votos a Vox adoptando algunos de sus discursos?
–Es un error. El PP se ha caracterizado siempre por ser un partido de Estado que ha aglutinado una mayoría de gente de derechas. Ahora mismo la ciudadanía que mayormente es moderada están viendo que el PP está tomando una corriente que tampoco les representa. Está dejando a muchas personas huérfanas de voto por el camino. Para un discurso de odio y radical ya tenemos a Vox. Lo inteligente sería que se concentrara en aglutinar a la mayoría y no en radicalizarse. El PP, que se supone que vendía que tenía una oportunidad de oro, lo que está haciendo es tirarla a la basura.
–A veces cuesta sacar adelante acuerdos en el Congreso por los desencuentros entre los socios. ¿Pueden peligrar los apoyos en algún momento?
–Se ha aprobado el 90% de lo que se ha llevado a la Cámara, pero el ruido hace que parezca que en el Congreso no se aprueba ninguna ley. Es cierto que es una legislatura complicada y que hay cosas que no han salido, pero creo que no hay peligro. Todavía tenemos ese concepto de Gobierno de mayoría absoluta y, ahora, tienes que contentar a distintos grupos que no tienen nada que ver, porque desde luego Podemos y Junts son partidos antagónicos. Si por ejemplo contentas a Sumar, vas a descontentar a Junts, entonces tiene que haber un pulso de negociación y poner en valor lo que es la política: consenso. Y la pluralidad también es más democracia.
–Los últimos datos del CIS pronostican una caída del PSOE y un crecimiento de Vox fundamentado por el voto joven. ¿Cómo se puede frenar el auge de la ultraderecha?
–Todavía está muy reciente el caso de corrupción Koldo–Santos Cerdán, y todavía hacer análisis electorales es un poco complicado, porque hay que dejar que pase el escándalo mediático. Si es verdad que estamos muy preocupados por el auge de la ultraderecha, sobre todo cuando hablamos de personas jóvenes, que son el presente y el futuro. Es alarmante, sobre todo, la división de voto entre las mujeres y los hombres jóvenes, ya que, mientras ellas son más feministas y de izquierdas, ellos son más radicales y defienden discursos homófobos y racistas.
«Con las actividades cada vez más automatizadas, mantener una jornada laboral de 40 horas no tiene sentido»
–La votación para la reducción de la jornada laboral se retrasa hasta septiembre. ¿Confía en que salga adelante?
–La reforma laboral es una de las leyes clave, hay mucha gente esperando a que salga adelante. Se dice que es solo media hora, pero al final se va a terminar notando y es importante, sobre todo, pensando en un mundo en el que cada vez las actividades están más automatizadas y la productividad en menor tiempo va subiendo. Mantener esa jornada laboral de 40 horas no tiene ningún tipo de sentido. El acuerdo se está negociando con Junts, y va bien encaminado. Evidentemente necesitará su tiempo para que las empresas tengan tiempo para adaptarse de forma adecuada y que no afecte a pequeñas pymes. Si retrasarlo a septiembre implica un mejor acuerdo, creo que no es algo negativo que se haya aplazado.
–Este año se ha renovado el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, mientras seguimos despertándonos con crímenes machistas. ¿Cómo acabar con esta lacra?
–El Pacto de Estado es una medida muy importante no solo porque conlleva una actualización de lo que ocurría en 2017, y se tipifica la violencia económica, se pone en valor lo que ocurre con la violencia vicaria, se recogen medidas para los hijos e hijas, se habla de las violencia digitales... Es cierto que la raíz del problema, el machismo y, sobre todo, la violencia de género, la máxima expresión de un sistema patriarcal de desigualdad, sigue ahí. ¿Qué tenemos que hacer? Pues la herramienta está ahí, que es el pacto de Estado, y hay que aplicarlo. Hay que seguir destinando medios y, sobre todo, mejorándolos, y trabajar en la prevención y detención de esa violencia con los hombres jóvenes.
«Ahora mismo es más rentable tener una hipoteca que alquilar»
– Uno de los principales problemas para la ciudadanía es el acceso a la vivienda. ¿Es suficiente lo acordado para solucionarlo?
– Los principales problemas que enfrentan los jóvenes ahora mismo tienen que ver con la relación entre empleo y trabajo, que al final culminan en las dificultades para emanciparnos, que se retrasa ya hasta la frontera de esos 30 años. Aquellos jóvenes que incluso trabajan no pueden emanciparse por lo difícil que es poder alquilar, es más rentable tener una hipoteca que alquilar un piso cuando siempre la dificultad ha sido tener una hipoteca. Más centrado en Canarias, se juntan los sueldos bajos. La gente joven se ve obligada a irse a trabajar a la península o incluso a buscar oportunidades fuera de España. Es cierto que el Gobierno ha sacado políticas muy beneficiosas, como la reforma laboral, la cotización de las prácticas tanto universitarias como no universitarias, está pendiente el estatuto del becario... Pero el problema radica más allá de la gente joven, radica en el propio sistema productivo, sobre todo pensando en el archipiélago.
– Lo vimos en las manifestaciones del 20A y el 18M, donde se pedía un cambio de modelo. ¿Llegan esos ecos al Congreso?
– Sí, de hecho en esta legislatura mantuvimos una reunión con el grupo promotor en Madrid y también con colectivos aquí en las islas. He estado en esas movilizaciones porque yo también lo comparto. Canarias a día de hoy tiene una dependencia completa del turismo, y plantear quitar el turismo de nuestra economía evidentemente no solo es utópico, sino distópico. Es un modelo que en 2020 nos demostró que era caduco, estuvimos a punto de quebrar y, ahora mismo, tenemos récord otra vez. Pero tenemos que caminar hacia un modelo de turismo sostenible, siempre va a ser una fuente de ingresos, y eso es algo positivo. El problema es cuando ese sistema económico al final nos genera una dependencia de salarios bajos, estamos destrozando nuestro medio natural (que es lo que atrae a turistas) y una dependencia plena que no es para nada inteligente.