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Tras 18 meses intensos de negociaciones entre Canarias, el Estado y las fuerzas políticas, el Consejo de Ministros aprobó ayer una medida que parecía lejana hace pocos días: la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería. El ansiado decreto entra en vigor este miércoles, aunque los chicos no empezarán a ser distribuidos a otras regiones hasta que su documentación esté en regla. Se estima que esto sea en «dos o tres meses», como indicó el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, tras una rueda de prensa celebrada ayer tras el anuncio del decreto ley.
Con casi 6.000 menores migrantes bajo su tutela, el Gobierno regional, desde que comenzara la actual legislatura con Clavijo al frente, estableció como una de sus prioridades dar una respuesta digna a los chicos y chicas que han llegado a las costas canarias sin la compañía de un familiar que pudiera hacerse cargo de ellos y ellas.
Ahora, con la aprobación de un real decreto para modificar la norma y hacer obligatoria la distribución entre las regiones de los menores migrantes que llegan a territorios con su red de acogida saturada, como el es caso de Canarias o Ceuta, el escenario que se presenta es distinto al de julio del año pasado, cuando se llevó a trámite en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para materializar el cambio en la norma. Esta fue tumbada por los votos en contra del Partido Popular, Vox y Junts.
Sin embargo, la fuerza independentista ha dado su apoyo al real decreto, que entrará en vigor una vez se publique hoy en el Boletín Oficial del Estado. No obstante, este necesitará el respaldo de las fuerzas políticas en la Cámara Baja en un plazo de 30 días. Se espera que cuente con el aval de los grupos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, y el PP (socio de Gobierno de Coalición Canaria en las islas) ya ha mostrado su rechazo a la medida si las comunidades no tienen «capacidad suficiente» para acoger a los chicos y chicas. Sin embargo, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, tendió la mano al PP para que haya un «acuerdo de Estado» y dé su apoyo en la Cámara Baja al cambio en la norma.
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El Estado había dado de plazo, una vez más, una semana para dar respuesta al Gobierno canario, y, tras la elaboración de un informe de la Abogacía del Estado junto a los servicios jurídicos de la comunidad autónoma y del Gobierno estatal, se optó por la vía del decreto ley, con todas las garantías legales. Algunas comunidades, como Madrid, han avisado de que lo recurrirán, aunque todo apunta que no tendrá recorrido.
Torres no especificó cuántos menores tendrá que acoger cada territorio. Eso sí, detalló que las comunidades tienen hasta el 31 de marzo para trasladar las certificaciones con los datos de los menores de los que se hacen cargo. Ahí se conocerá la capacidad de respuesta que tiene cada territorio y sus plazas. Sobre la posibilidad de que las regiones más reacias a esta distribución, porque justifican que están colapsadas, se nieguen a aportar los datos, el ministro Torres apuntó que no hacerlo «dejaría en evidencia sus afirmaciones».
Como remarcó Clavijo, el decreto responde a tres peticiones cruciales: la inmediatez de aplicación; el establecimiento de garantías «absolutas para el interés superior del menor», puesto que se les escuchará para que no tengan que pasar por otro proceso de desarraigo, intervendrá la Fiscalía y, si cuando lleguen a Canarias la capacidad está desbordada, en 15 días serán reubicados con «todas las garantías legales; y, por último, se introduce el concepto de «capacidad ordinaria».
De esta forma, los parámetros que se seguirán para distribuir a los chicos son «muy similares» a los que se pactaron por las regiones en las conferencias sectoriales de Infancia de los últimos tres años. Como detalló el ministro Torres, en esta distribución los criterios tienen pesos distintos. Así, la población pondera un 50%, la renta per cápita un 13%, la tasa de paro un 15% o el esfuerzo realizado con anterioridad en la acogida un 6%. También se incluyen criterios que tienen en cuenta la realidad de los territorios, como la insularidad, que supondrá un 2%. En el texto se contempla que las comunidades puedan fijar otros criterios en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia.
Los chicos serán derivados a otras regiones cuando en la comunidad de acogida se establezca la «contingencia migratoria». Esta se podrá declarar cuando el territorio multiplique «por tres» su «capacidad ordinaria» de acogida.
Dicha suficiencia se calculará dividiendo el número de menores migrantes no acompañados que haya en el conjunto del territorio entre la población total del país. La cifra resultante se dividirá entre la población de cada una de las regiones, dando así la capacidad de respuesta que tendría cada territorio. «En Canarias saldría, más o menos, 900 chicos y chicas, y, ahora mismo, tiene casi 6.000», remarcó el ministro canario.
Una de las principales peticiones de los grupos políticos y de las comunidades autónomas para compartir la responsabilidad de los menores migrantes que llegan en solitario al país era la ficha financiera que los territorios tendrán para hacer frente a la atención de estos niños y niñas.
Como remarcó el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en una rueda de prensa celebrada ayer tras conocerse la materialización del decreto, el texto de este cambio en la norma incluye que el Estado «va a sufragar todo lo que supere la capacidad»de las comunidades autónomas. Por ello, los territorios tendrán que justificar, para acceder a esta partida, que todas sus plazas están ocupadas. Esta era una de las peticiones que el Gobierno canario había introducido en las negociaciones, iniciadas desde que Coalición Canaria diera su apoyo a Pedro Sánchez en la investidura, en 2023, con la agenda canaria. Por ello, para Clavijo esto supone que existe un «compromiso»por parte del Gobierno central para definir «un sistema nacional»para dar respuesta a estos chicos y chicas.
De esta forma, el Estado destinará 100 millones de euros a las comunidades para que puedan financiar los gastos derivados de la acogida de los menores. Esta cuantía, según detalló el Ejecutivo central, puede variar de un año a otro dependiendo de las circunstancias. Al ser un plan nacional, aunque hoy este decreto sea de utilidad para territorios como Canarias o Ceuta, lo será, de igual forma, para otros territorios que vean sobrepasada su capacidad de acogida.
Desde el inicio, el Gobierno central remarcaba que se iba a garantizar la «financiación suficiente» para que las regiones pudieran dar una atención digna a los niños y niñas que han llegado en solitario al territorio español, garantizándoles aspectos tan básicos como la educación o la sanidad.
En Canarias, durante este tiempo en el que han incrementado el número de llegadas de personas migrantes (en lo que va de año han arribado a las costas del archipiélago 9.500) y, en consonancia, de menores, esta capacidad de respuesta se ha visto mermada por la saturación en los centros de acogida.
Como indicó el presidente canario, en la red del archipiélago, compuesta por 86 centros para menores, hay algunos que superan con creces su capacidad. Así, especificó que ocho centros tienen en sus instalaciones a más de 100 chicos, mientras que lo razonable, según diversos estudios, es que para una adecuada integración sean 20 chicos por centro. También destacó que hay algunos recursos que tienen «hasta 330» jóvenes.
Como subrayó, centros con «100 adolescentes en un mismo sitio», con diferentes nacionalidades, hacen que la convivencia pueda resentirse en determinados momentos.
Además, el Gobierno ha creado 35 centros específicos para atender las distintas realidades que se observan entre los menores, como pueden ser los recursos establecidos para niños menores de 12 años. En este contexto quiso destacar las duras vivencias a las que se enfrentan las niñas. En la actualidad, el Ejecutivo canario tutela a 374 chicas, para las que también hay recursos que atienden, de manera específica, sus necesidades.
Toda esta situación ha llevado al Gobierno regional a ampliar la declaración de emergencia en la atención de los menores migrantes que llegan al archipiélago sin la compañía de un adulto que pueda hacerse cargo de ellos y ellas, lo que permite ganar agilidad administrativa para adquirir recursos y, así, poder darles una atención adecuada.
En vista de que el Partido Popular se desmarcó de las negociaciones para reformar la ley de extranjería, el Gobierno canario, junto al País Vasco, propuso una distribución extraordinaria de 4.000 menores acogidos por Canarias y 400 que estaban en Ceuta.
Sin embargo, el acuerdo cerrado por el Gobierno central y Junts para delegar en Cataluña competencias en migración, ha hecho que los independentistas den su apoyo a la reforma de la ley de extranjería, que era el plan inicial de ambos gobiernos (el central y el canario)y que ahora depende de que estos apoyos se mantengan en la votación en el Congreso de los Diputados.
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