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El Rey Felipe VI alabó este jueves la capacidad del pueblo canario para «unirse» y «dar lo mejor de sí» ante las dificultades, como las que atraviesa actualmente en plena crisis migratoria. El monarca se ha pronunciado así durante el discurso dado en el Parlamento de Canarias, que le ha entregado la Medalla de Oro por su contribución al mantenimiento de la democracia y la estabilidad política.
El monaca dijo «sentirse profundamente honrado» por la Medalla de Oro, que, según apuntó, entiende como «símbolo de respeto, afecto y compromiso». «Es la sonrisa, el apretón de manos, el abrazo del pueblo canario en mitad de un camino que recorremos juntos, que seguiremos recorriendo juntos.
Felipe VI recordó la entereza del pueblo canario cuando el fuego arrasó bosques en Tenerife, Gran Canaria o La Gomera, o cuando el volcán en La Palma, de cuya erupción se cumple precisamente este jueves el tercer aniversario, se llevó por delante cultivos, hogares, colegios, iglesias y barrios enteros. En sus palabras, los canarios vuelven a despertar su admiración cuando ve «las imágenes de los voluntarios y profesionales que atienden a quienes nuevamente llegan a las islas desprovistos de todo, en un ejercicio de humanidad, que tanto nos enseña».
El monarca se refirió a las islas como «su casa», ya que, según dijo, están en sus vivencias y recuerdos desde muy niño. Según indicó, fue en 1997 cuando siendo Principe de Asturias visitó por primera vez de forma oficial las ocho islas canarias, dando continuidad a la presencia de la Corona y la institución al archipiélago y que se remonta a 1906, con la primera visita de su bisabuelo Alfonso XIII.
«He estado cerca de estas islas en los buenos y en los malos momentos. He aprendido y admiro como este pueblo se une aún más ante las dificultades y es entonces cuando da lo mejor de sí», indicó.
Felipe VI señaló que aunque Canarias es el territorio más alejado geográficamente de la península esa distancia «solo es física». «Esa distancia se vuelve cercanía con los afectos, con la memoria y con propósitos compartidos», manifestó.
El Rey apuntó los retos a los que se enfrenta la economía canaria actualmente, como son diversificar su economía, fomentar el emprendimiento y la innovación, prestar servicios públicos de calidad, impulsar la transición energética, proteger el medio ambiente, conservar y dar a conocer el patrimonio natural e histórico a quienes nos visitan, crear un futuro de oportunidades para nuestros jóvenes y un tejido asistencial para nuestros mayores y para quienes más lo necesitan. «Construir una sociedad mejor es una tarea siempre inacabada, un aprendizaje constante. Requiere conocimiento, audacia, energía, equilibrio, curiosidad, capacidad de innovación. Reconozco todos esos valores en la sociedad canaria. Estoy orgulloso, como español, de verme reflejado en ellos», señaló.
Según señaló, el archipiélago hermana, dada su ubicación geográfica entre tres continentes, a España con áfrica, América y Europa. Canarias «nos hace a España y a Europa más abiertas al mundo y al futuro», dijo.
En su intervención, el Rey destacó los paisajes de Canarias y sus cielos, con especial mención al Instituto Astrofísico de Canarias y al artista lanzaroteño César Manrique, símbolo de la protección del medio ambiente del archipiélago y contrario a la masificación turística.
Destacó Felipe VI la diversidad de Canarias e hizo un repaso por toda la geografía del archipiélago, recorriendo en su discurso desde Caleta de Sebo y Pedro Barba, en La Graciosa al Roque Nublo en Gran Canaria, pasando por La Geria y Haría en Lanzarote a Betancuria y Tuineje en Fuerteventura. También pasó por La Orotava en Tenerife, Garafía y Fuencaliente, en La Palma así como por Valle Gran Rey, en La Gomera y La Dehesa y Frontera, en El Hierro, entre otros lugares.
El rey llegó al Parlamento de Canarias acompañado del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y fue recibido por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, la del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, y el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, entre otras autoridades.
La presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, por su parte, entregó al Rey la Medalla de Oro como una distinción que representa «la más sincera lealtad y gratitud del pueblo canario« al jefe del Estado, ha manifestado.
El acto se ha celebrado en el salón de plenos del Parlamento de Canarias, con la asistencia de los diputados y diputadas, así como del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, entre otras autoridades.
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En su discurso, Astrid Pérez dijo al rey que esta medalla muestra la más alta consideración, afecto y resto del pueblo canario con la Casa Real, coincidiendo con el primer decenio de reinado de Felipe VI, en el que el rey «ha dado ejemplo de integridad, honradez y transparencia».
En estos diez años, el rey ha participado en más de cincuenta actos oficiales en las islas, lo que pone de relieve su cercanía con Canarias; «hemos sentido su cariño, su aliento y su respaldo», dijo al rey, según recoge la agencia Efe.
«La Corona es una fuente de inspiración para la sociedad» y una institución necesaria para garantizar los valores en los que se inspira el sistema democrático, afirmó Astrid Pérez, quien elogió el papel de Felipe VI en la defensa de una España democrática y constitucional, promoviendo en entendimiento y la convivencia en una nación plural y diversa.
Canarias siempre ha podido contar con el apoyo, cercanía, simpatía y solidaridad de la Casa Real en momentos complicados, como la erupción del volcán de La Palma o los grandes incendios forestales de Gran Canaria y Tenerife, rememoró la presidenta del Parlamento.
Astrid Pérez transmitió al rey que el archipiélago canario sufre la lejanía y la insularidad como ningún otro territorio, así como «la peor crisis migratoria de nuestra historia», un drama humanitario que precisa del apoyo decidido del Estado español y de Europa.
La Medalla de Oro del Parlamento de Canarias es un reconocimiento honorífico a Felipe VI, «un compromiso con nuestra historia y nuestra monarquía», un compromiso que «estamos convencidos de que algún día Canarias renovará también con la princesa Leonor».
«Con esta medalla de oro agradecemos su contribución al progreso, a la estabilidad y a la convivencia en Canarias y en España y su papel importante en la consolidación de la democracia«,
Posteriormente, Felipe VI, junto al presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, presidirán e inaugurarán en Guía de Isora, el II Encuentro de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) y de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países de Habla portuguesa (CMJPLOP).
Ya en Gran Canaria, aterrizará por la tarde, y la agenda del Rey y de los presidentes de Italia y Portugal, Sergio Mattarella y Marcelo Rabelo, respectivamente, comenzará con una visita, en la que también estará el presidente canario, Fernando Clavijo, al casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria.
El recorrido se iniciará en la Casa de Colón y transcurrirá por la Ermita de San Antonio Abad y la Catedral de Santa Ana.
Para el viernes, 20 de septiembre, la jornada está previsto que comienza a las 10.15 horas con una visita del Rey Felipe VI junto a Rebelo, Mattarella y Clavijo al Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología donde recorrerán la exposición de Agustín de Betancourt y tres talleres sobre ingeniería, química y construcción de puentes con escolares de Gran Canaria.
Posteriormente se desplazarán al Teatro Pérez Galdós, sede de la cumbre Cotec Europa, que se celebrará a partir de las 11.15 horas.
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