Podemos se arriesga a perder dos escaños por la división en tres bloques

Mucho ha llovido desde que Podemos lideró hace cuatro años la opción de la izquierda política de las islas y -sumando con Sí Se Puede y Equo- se situara con cuatro actas en el Parlamento de Canarias gracias a sus casi 80.000 votos. Contaba además con una diputada por Las Palmas y otro por Santa Cruz de Tenerife en el Congreso.

Hoy no dispone de estos dos últimos. La bronca interna ha tenido como consecuencia una importante división que ha acabado con la constitución de nuevas formaciones. De la configuración final de las siglas que concurran a las elecciones depende el resultado que se obtenga a la Cámara regional.

Los sectores oficial y crítico de Podemos ya llegaron muy enfrentados a las elecciones de 2019, aunque los desencuentros venían de lejos. La baja, sin comunicación previa y a pocas horas del cierre de la presentación de candidaturas, de una quincena de integrantes de las listas al Parlamento afines a Meri Pita no hacía presagiar un buen futuro para la paz interna.

Esta ha sido, seguramente, la crisis más grave por la que ha pasado la formación morada en el archipiélago. La líder del partido, Noemí Santana, se vio obligada a reordenar la plancha en una carrera contra el reloj para no quedar fuera de la contienda electoral. Ni la formación ni ella misma como candidata a la Presidencia.

A partir de ese momento, todo lo que pudo empeorar, empeoró. Al año siguiente, Podemos llevó a cabo un proceso de primarias con las espadas en alto y sin muchas expectativas de enterrar los viejos enfrentamientos.

Se enfrentaban Laura Fuentes -del sector oficial- y Meri Pita -que encabezó la candidatura crítica-, para sustituir a Santana al frente del partido. Finalmente la diputada nacional retiró su candidatura al entender que el proceso no ofrecía las suficientes garantías de transparencia y neutralidad. El secretario de Organización a nivel estatal aún era Alberto Rodríguez.

Hace casi un año, Pita abandonó Podemos y su Grupo Parlamentario por la «deriva orgánica» del partido y pasó a integrar el Grupo Mixto, lo que le valió acusaciones de tránsfuga desde la formación morada.

Casi al mismo tiempo, otra exdiputada de Podemos, Carmen Valido, registraba la organización Reunir. Tanto Pita como Javier Doreste -teniente de alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que también se desvinculó de Podemos- están ligados a esta nueva formación.

Previamente, en 2021, Alberto Rodríguez perdió su escaño en el Congreso de los Diputados tras una sentencia del Tribunal Supremo y casi inmediatamente después abandonó Podemos, partido del que había sido su 'número tres'.

Hace cuatro meses presentó su Proyecto Drago y anunció la decisión «irrevocable» de ser candidato a la Presidencia, lo que ha generado un punto de fricción con su antiguo partido, que ya había designado a Noemí Santana como aspirante a presidir la comunidad autónoma.

Rodríguez ha empezado a sumar siglas a su iniciativa, de tal manera que en este momento, el proyecto de la izquierda en la comunidad autónoma balancea entre los ejes de Podemos y Proyecto Drago.

Aunque inicialmente aseguró que sería una organización de «estricta obediencia canaria», uno de los primeros pasos de la organización que encabeza Rodríguez ha sido integrarse el Acuerdo del Turia, la alianza de Más País (la formación de Íñigo Errejón), Verdes Equo, Compromís, Més per Mallorca, la Chunta Aragonesista, Coalición por Melilla y Movimiento por la Dignidad y Ciudadanía en Ceuta.

Su posible acercamiento al proyecto Sumar, liderado por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no se ha concretado, pero tampoco descartado.

Desmembrado Podemos, la alternativa de la izquierda para sobrevivir y alcanzar el Parlamento regional es mediante nuevos pactos, un escenario de momento complicado.

Sí Podemos Canarias tiene un grupo de cuatro diputados gracias a la alianza de 2019 de la formación morada con Equo y Sí Se Puede -que arrastra votos en Tenerife, donde obtuvo un escaño-.

Esta alianza se ha roto. A pesar de que hace pocos meses una decena de organizaciones celebraron una asamblea en la que intentaron trazar una estrategia para «consolidar el espacio de izquierda útil», lo cierto es que poco después, Equo -socio de Podemos hace cuatro años- anunció que se suma al Proyecto Drago de Rodríguez de cara al mes de mayo.

Mientras, Izquierda Unida (IU), que en las anteriores elecciones concurrió en solitario, irá de la mano con la formación morada. El otro socio de Podemos, Sí Se Puede, probablemente mantendrá su alianza, decisión que ha abordado este fin de semana.

La ola nacional, como en cada convocatoria electoral, define en gran medida lo que ocurra en las elecciones autonómicas. Podemos se enfrenta a sus propios demonios y la trifulca por la ley del sólo sí es sí puede jugar en su contra, igual que la opción que aún no se acaba de definir de Sumar.

Lo cierto es que separados no suman, pero juntos, de momento, no parece posible.