«El PP es quien mejor representa a las islas en Madrid»
Ilusión, renovación y unidad. El aspirante a sustituir a Mariano Rajoy como presidente de los populares presentó ayer sus credenciales ante los militantes canarios. En su proyecto, afirma, no sobra nadie, pero tampoco va a caber un corrupto. Es partidario de hacer autocrítica y de recuperar los tres millones de votos perdidos para no depender «de nacionalistas ni oportunistas».
— ¿Qué percepción tiene de estas primeras primarias del PP?
— Muy buena. La gente está deseando volver a ilusionarse con la política, que haya una nueva etapa en el partido y que esa etapa sea ganadora. Si queremos ganar las próximas elecciones municipales, a los cabildos y al Gobierno autonómico, necesitamos que haya cambio. Y yo quiero encarnar ese cambio tranquilo, orgulloso de nuestro pasado y ambicioso con nuestro futuro, porque no podemos quedarnos en ocho millones de votos, y menos en cinco millones, como dicen las encuestas. Tenemos que volver a tener once millones de votos que nos permitan gobernar sin necesitar a partidos bisagras, nacionalistas ni oportunistas, ni arriesgarnos a que nos echen con mociones de censura, como nos ha ocurrido.
— ¿Por qué quiere ser el presidente del Partido Popular?
— El PP ha tenido un gran líder que después de una experiencia traumática -porque es traumático que te echen, y encima que lo haga un partido que perdió las elecciones y que es aliado de independentistas, batasunos y podemitas- decidió renunciar. Y además anunció que no iba a intervenir en la decisión que tome el partido a partir de ahoya. Así que yo me presento para recuperar la ilusión, para que vuelva a sobrar gente para cubrir las listas electorales y que vuelva a participar en política. La segunda motivación es la renovación. Una renovación constructiva, porque hay una generación dispuesta a tomar el relevo, a hacerlo de formar inclusiva con todos y cambiando lo que no ha funcionado. El PP no es una corrala de intrigas. Y lo tercero es la unidad. Soy el candidato que si gana, nadie pierde. Todo el mundo puede integrarse en este proyecto -aquí no hay familias- y evitaría una fractura en el partido. Mi proyecto es el más inclusivo, el que más puede coser e integrar, porque considero que los otros candidatos también son imprescindibles.
— Pero de entrada ya ha hecho algunas críticas que no han sentado bien en el partido. ¿Cree que será posible cerrar este proceso de primarias sin esas fracturas o hay peligro de que se abran grietas?
— No, todo lo contrario. Lo que quiero es que las grietas se cierren y no haya provincias partidas. Pero también que seamos autocríticos, porque el Partido Popular ha hecho mucho, pero se han perdido tres millones de votos y por algo será. Yo en el Gobierno he sido el más leal y el que más he defendido al partido en los peores momentos, pero en la oposición, lo que tenemos que hacer es reforzarnos y ser conscientes de que lo que hay que cambiar, porque si no, no creceremos electoralmente y no podremos implantar los principios que nos definen.
— ¿Qué hay que cambiar en el PP? ¿Cuál es su explicación a la pérdida de esos tres millones de votos?
— Los gobiernos en minoría son complicados, la crisis económica también... Creo que hay que volver a enarbolar ese principio de defensa de la unidad de España, de firmeza contra los independentistas, sin ningún tipo de contemplación ni de diálogo con los que quieren romper la ley. También mantengo que se deben defender las señas de la libertad que siempre hemos defendido, la económica, con bajada de impuestos y reducción de la administración. En tercer lugar, creo que se debemos reivindicar a las víctimas del terrorismo, haciendo una política de seguridad firme con prisión permanente revisable... También defendiendo la vida y la familia frente a las leyes de los socialistas del aborto y la eutanasia; una política sectorial educativa, sanitaria, de pensiones, que tenga a la familia en el centro. Y por último, creo que es fundamental reivindicar la honestidad. En mi proyecto no va a caber ni un solo corrupto.
— ¿No le parece que en esa pérdida de votos del Partido Popular ha influido no sólo la corrupción, sino la tibieza con la que el partido respondió a esa situación?
— Lo que está claro es que si soy presidente del Partido Popular, nadie me podrá echar en cara la corrupción, porque yo no estaba ahí. Y eso es importante, porque además de haber defendido nuestras siglas respecto a algunos compañeros que han traicionado nuestra confianza, también es importante poder decir: «a mí qué me dicen», porque no sé ni quienes eran esas personas.
— ¿También apuesta por buscar votos perdidos en Ciudadanos?
— Ciudadanos tiene tres millones de votos. Podemos ignorarlos o insultarlos. Yo lo que quiero es derrotarlos y recuperar ese voto. Por eso soy el candidato que menos gusta a Ciudadanos, a sus dirigentes.
— ¿Lo ven como una amenaza?
— Bueno, creo que puedo conectar con sus bases y decirles que pueden volver al PP. También soy el candidato que no gusta a la izquierda, porque tengo unos principios muy claros y los defiendo sin complejos. Lo importantes es ampliar la base electoral, porque si no, no podemos gobernar con mayoría suficiente.
— Ha habido polémica en torno al censo y al final habrá un número de electores inferior al esperado. ¿Esa circunstancia cree que le perjudica o le beneficia?
— Yo no quiero hablar más de censo o de polémicas. Las normas son las que son, y si soy presidente intentaré que la gente participe más y que los censos estén actualizados, porque lo importante es el contenido, que sea ilusionante, atractivo electoralmente. Lo fundamental es si la gente quiere un proyecto continuista o de cambio. ¿Nuestro militante quiere un proyecto ideológico sin complejos o una gestión burocrática? ¿A nuestros candidatos a las municipales y autonómicas del próximo año qué presidente nacional les viene mejor para ganar las elecciones? ¿Un proyecto de ilusión, de cambio, de unidad u otro tipo de proyecto?
— Habla mucho de cambio pero su trayectoria ha estado ligada a Aznar y a Rajoy.
— A mucha honra. Durante dos años he sido portavoz y la generación que ha liderado el partido lleva treinta años, empezó en el 89. Y ha habido personas en puestos intermedios que hemos estado apoyando su labor, pero cuando han decidido dejar el testigo hemos pedido paso, porque tenemos experiencia, pero también una edad que nos permite conectar con una nueva sociedad y por tanto recabar más apoyos.
— Renovar no es solo cuestión de edad
— Sí, pero yo he estado dos años, no desde 2004, como los demás candidatos. No es lo mismo llevar dos años, que llevar 14. No lo critico, pero digo cuáles son mis garantías de cambio.
— ¿Qué puede esperar Canarias de usted si es presidente nacional del Partido Popular?
— Canarias necesita el apoyo de la dirección nacional que salga del próximo congreso y debe contar con una buena representación. El Partido Popular es la fuerza política que mejor representa a Canarias en Madrid y Asier Antona -el presidente de los conservadores en las islas- tiene toda mi confianza para presidir esta Comunidad Autónoma. Esta tierra necesita más que nunca al PP, y la lealtad y la responsabilidad que ha demostrado Asier a la hora de negociar los Presupuestos Generales del Estado ha sido ejemplar. Y también tengo que decir que todas las reivindicaciones de Canarias en esos presupuestos han partido, en primera instancia, del PP. Luego ha habido que negociar las diferentes partidas con los votos de aquellos diputados que también están representados en las Cortes. Pero en el congreso hay más diputados canarios aparte de los de Nueva Canarias y Coalición Canaria y son muy activos, reivindicadores de los asuntos de esta tierra y esos son todos los del PP.
— Esta semana se ha vivido el debate por la bonificación del 75% de descuento para los residentes. ¿Qué le ha parecido?
— Esta tierra necesita las mismas posibilidades que la Península. Y si en la Península se construye AVE, tener ayuda al transporte aéreo fomente la cohesión y la igualdad de oportunidades. Igual digo con el REF y todas las políticas activas de empleo. Canarias debe tener un trato especial porque es de justicia.