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El presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, ha convocado de urgencia al Pacto canario por la Migración para «volver a evidenciar la unidad» de todas las fuerzas políticas de la comunidad autónoma frente al drama migratorio.
El objetivo es que tanto el Partido Socialista (PSOE) como el Partido Popular (PP) puedan contribuir a que sus respectivas direcciones nacionales muevan ficha y se puedan acercar posiciones en torno a una modificación de la ley de extranjería que dé respuesta a la situación que vive el archipiélago.
Aunque Clavijo comparecerá en el pleno del Parlamento a petición propia el próximo viernes para ofrecer «información actualizada» del actual escenario, también quiere dar cuenta a los integrantes de este Pacto -todos los grupos políticos excepto la ultraderecha- de la reunión mantenida recientemente en La Palma con el presidente de España, Pedro Sánchez, así como del adelanto de las calmas en el mar, según las previsiones meteorológicas.
Esta circunstancia podría hacer «saltar todas las previsiones y que se superen ampliamente las cifras de llegadas de cayucos y personas que se han estado registrando en los últimos días».
Con estos datos, es intención de la Presidencia del Gobierno que el PP y PSOE canarios presionen a sus formaciones a nivel estatal para intentar superar el actual clima de enfrentamiento y se sienten a buscar una salida conjunta.
Asimismo, el presidente Clavijo podría reunirse a mediados de la próxima semana con el máximo dirigente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Vivas (PP), con el objetivo de diseñar una estrategia común para abordar el fenómeno migratorio, ya que en este momento son los dos territorios que soportan una mayor presión, especialmente en lo que atañe a su competencia directa, que es la tutela de menores migrantes no acompañados. Clavijo y Vivas han coincidido en la necesidad de dar una «respuesta de país» a este fenómeno.
Por otro lado, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, reclama al Partido Popular (PP) que dé «el visto bueno» a la iniciativa legislativa que permita dar una respuesta inmediata a la situación de los menores migrantes no acompañados y «tiempo habrá para mejorar el texto» durante la tramitación parlamentaria.
En un acto celebrado este viernes en Arucas sobre Memoria histórica, Torres insistió en que mantiene «la mano tendida» a los populares para encontrar una respuesta al drama migratorio porque, puntualizó, «los menores no pueden ser deportados» y su responsabilidad recae en las comunidades autónomas.
El ministro destacó que, a pesar de que los populares votaran en contra de la admisión a trámite del proyecto de ley para modificar la ley de extranjería, el Gobierno central «seguirá hablando, negociando y tendiendo la mano» y como muestra aseguró que «no se han roto» los contactos con los grupos parlamentarios durante agosto y se mantiene «la voluntad» de dar respuesta a la situación de los menores.
En esta línea, Ángel Víctor Torres pidió al Partido Popular que «regrese a la senda de la defensa humanitaria de quienes llegan en cayuco y pateras» a las costas del archipiélago.
Respecto a las deportaciones, el titular de Política Territorial puntualizó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «nunca ha hablado de deportaciones masivas» de migrantes. «Eso lo ha dicho el PP», apostilló.
Además, reiteró que las palabras de Sánchez hacen referencia a que la migración «conlleva devoluciones» y así está contemplado en los convenios en vigor tanto con Mauritaria, Marruecos y Senegal.
Esta practica, dijo, se lleva a cabo desde la crisis de los cayucos en 2006 y 2007, con José Luis Rodríguez Zapatero de presidente. En este periodo, recordó, «llegaron muchos migrantes de Senegal que fueron devueltos, pero con un tratamiento digno». Eso, reiteró el ministro, «es lo que está quebrando la ultraderecha».
En línea con las declaraciones de Pedro Sánchez, Torres mantuvo que es preciso impulsar la migración «circular y regulada» frente a la postura de Vox «que no quiere». Por eso, denunció que el PP «le está comprando las tesis» a la ultraderecha que pretende, apostilló, «poner murallas en el mar».
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