Otro borrón socialista a la sombra del cedro libanés
La reunión de Matos con Derbah ·
El PSOE canario ha evitado salir en la foto con el expresidente del Parlamento tras estallar el escándaloEn el escudo del Líbano se puede ver un cedro, un árbol de gran simbolismo en la tradición de la región mesopotámica y citado en numerosas ocasiones en la Biblia. Entre otras historias se cuenta que se buscaba su sombra como garantía de tranquilidad y espiritualidad. Algo bien diferente a lo que supone ponerse a la sombra de un libanés rodeado de leyendas y afincado en Tenerife: el empresario Mohamed Derbah, que se encuentra en prisión desde comienzos de año como presunto capo de una trama mafiosa en torno al narcotráfico. En esa red estaban también, supuestamente a sus órdenes, dos policías, incluyendo al inspector Francisco Moar, que dirigió en su día la investigación del caso Mediador y fue apartado del mismo por sospechas de filtraciones interesadas. Moar, a su vez, participó en la presentación de la denuncia por violencia machista contra el que fuera comisario jefe de la Policía Nacional en la provincia occidental.
La reunión de Gustavo Matos, expresidente del Parlamento canario y desde 2023 vicepresidente segundo de la Cámara, además de miembro de la ejecutiva regional del Partido Socialista, le ha amargado esta semana la vida al diputado tinerfeño y también a su formación política, que recibió desde el primer momento llamadas desde la dirección federal en busca de explicaciones.
De momento, el PSOE ha abierto un expediente informativo a Matos y extraoficialmente se da por buena la versión que el político lagunero ofreció en rueda de prensa en el Parlamento de Canarias. De puertas adentro, el enfado tras el sobresalto por la publicación por entregas en 'El Mundo' de un informe de Asuntos Internos de la Policía que da cuenta de la reunión con Derbah a comienzos de este año y el contenido de la conversación es mayúsculo. «Bastante teníamos con los líos nacionales como para ahora esto», comentó esta semana un veterano del socialismo canario.
«Guerras» para ganarlas
En ese diálogo entre Derbah y Matos, que tuvo lugar en la cafetería de El Corte Inglés en Santa Cruz de Tenerife, el político tinerfeño bromeó señalando que él ya no estaba para «guerras», sino para hacer caja. Yes que en varias guerras de partido sí que se ha metido en su trayectoria.
La más relevante fue en 2014, cuando compitió con Carolina Darias y Patricia Hernández en las primarias por la candidatura socialista a las elecciones de 2015. Gustavo Matos aparecía entonces como el representante en las islas de la renovación del partido que abanderaba Pedro Sánchez y acabó con el peor resultado. La política santacrucera se hizo con el 38,5% de los votos (3.379); con un 31,8% (2.925) acabó Carolina Darias y Gustavo Matos se tuvo que contentar con un 29,7% (2.790 votos). Curiosamente en el sur de Tenerife, donde Derbah tiene negocios que van desde el turismo hasta el ocio, los clubes cannábicos y un periódico digital, fue Patricia Hernández quien arrasó gracias al apoyo de los alcaldes socialistas que entonces controlaban la zona turística. Matos se impuso en La Laguna y en La Palma.
Esa batalla vino precedida de la que dio por el poder en La Laguna, su municipio. Los socialistas estuvieron en 1999 a un solo concejal de gobernar pero un pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular dejó a Santiago Pérez sin el bastón de mando, que fue para Ana Oramas. Gustavo Matos iba en el noveno puesto de la plancha socialista. Años después en 2011, encabezó la candidatura municipal y tras los comicios se marchó cuando vio que era un obstáculo para un pacto entre socialistas y CC. Encontró sitio en el Gobierno como director general de Comercio y Consumo, un cargo ciertamente menor pero que le permitió mantenerse en activo en la política y buscar apoyos orgánicos para ir escalando puestos.
La soledad de Matos en la rueda de prensa refleja el malestar en el PSOE canario y de la propia dirección federal
Abogado, hijo de un veterano de la UGT y del PSOE y ferviente seguidor del Real Madrid, en 2015 fue elegido diputado y en 2019 le cayó el Gordo de su lotería política con el puesto de presidente del Parlamento de Canarias. Con él estaban en la Mesa Esther González (Nueva Canarias) como vicepresidenta primera; Rosa Dávila, de Coalición Canaria, como vicepresidenta segunda; Jorge González (PSOE) en calidad de secretario primero y Luz Reverón, del Partido Popular, será secretaria segunda. Matos no era la primera opción de los socialistas pero CC y PP se adelantaron proponiendo a sus candidatas y al final la búsqueda de la paridad hizo que le tocase ser, desde el punto de vista protocolario, la segunda autoridad de Canarias y el encargado de anunciar el resultado de la votación que hacía presidente del Ejecutivo autonómico a Ángel Víctor Torres y acababa, por tanto, con dos décadas y media de poder regional en manos de Coalición Canaria.
Con todo ese historial a cuestas, casi nadie en el Partido Socialista entiende cómo pudo aceptar la reunión con Mohamed Derbah, cuyo currículum en los márgenes entre la ley y la delincuencia son sobradamente conocidos en Tenerife y en especial entre los profesionales del Derecho. Matos dice que lo hizo a instancias de terceras personas conocidos de ambos y desde esta semana está pagando el precio de aquella decisión.
Ylo hace en soledad política. Con Ángel Víctor Torres, ministro y secretario regional de los socialistas canarios, de baja médica, nadie de la dirección del partido acompañó a Matos en su rueda de prensa. Tampoco se ha escuchado a voces relevantes a nivel orgánico salir en su defensa.
Tan solo lo hizo el delegado del Gobierno, el también socialista Anselmo Pestana, para asegurar que no había «caso» y que la Policía Nacional no había rebajado la presión sobre los clubes cannábicos, que es lo que Derbah le pidió a Matos. En todo caso, si cuesta entender el encuentro del expresidente del Parlamento canario con Mohamed Derbah, tanto o más cabe decir de la reunión que en 2024 mantuvo el empresario libanés con el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Javier Plata, y en la que también se habría hablado de la contundencia policial en el sur de la isla en relación con el narcotráfico.
El factor policial
Esa cita en El Corte Inglés tiene otro elemento colateral: la guerra interna en el seno de la Policía Nacional. La filtración del informe de Asuntos Internos y el hecho de que en el mismo se implique abiertamente al político socialista con la presunta trama mafiosa ha generado igualmente malestar en el seno del cuerpo de seguridad y en el Partido Socialista. Son muchos los que no acaban de entender el celo policial en transcribir la conversación entre Derbah y Matos, sobre todo si se tiene en cuenta que el expresidente del Parlamento ni siquiera está en calidad de investigado -al menos a día de hoy- en la causa. Seguramente lo mismo pensará la fiscal Sandra Fagil, pareja de Francisco Moar, a la que se le señala como autora de 'favores' a Derbah a través de personas a sus órdenes.
Y también habrá que ver si con Derbah en prisión y el inspector Moar imputado, la limpieza del caso Mediador y, sobre todo, el episodio de la aparición de las grabaciones que dieron pie a la instrucción, también queda en entrechicho.