Albares valora el aval de Torres como «un buen termómetro» de las relaciones con Marruecos

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, considera que el respaldo que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha dado a la posición del Gobierno español en favor del plan de autonomía del Sahara Occidental evidencia que se trata de una solución que beneficia a los territorios más afectados por su vecindad con Marruecos. En la sesión de control del pleno del Senado, el jefe de la diplomacia española recalcó que mantener una buena relación con el Reino Alauí es «fundamental» tanto en materia de control de flujos migratorios como para evitar acciones unilaterales del país vecino, que en 2020 aprobó dos leyes para establecer una nueva delimitación de sus espacios marítimos y ampliar su frontera hasta las aguas de Canarias, en una decisión adoptada sin consulta previa a España.

A este respecto, aseguró que «un buen termómetro de esta nueva etapa» que se abre con la aceptación de España del plan para el Sáhara diseñado por Rabat es «lo que piensan los presidentes de las comunidades más vinculadas directamente a Marruecos, como el de Canarias, que ha saludado este acuerdo», añadió. Albares se refirió también al apoyo que los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han dado a la decisión del Ejecutivo estatal.

El aval de Torres al paso dado por el Gobierno estatal sobre el Sahara, que el ministro de Exteriores considera una prueba palpable de que supone una buena noticia para Canarias en tanto que reconduce las consecuencias negativas de la crisis diplomática con Marruecos, ha puesto al presidente canario en una situación delicada frente a sus socios del Gobierno cuatripartito, Nueva Canarias, ASG y Sí Podemos, que se han mostrado en desacuerdo con el viraje de Sánchez, que interpretan como un abandono de la tradicional postura de neutralidad, y especialmente molestos por el hecho de que no se informará a los partidos que apoyan al Ejecutivo en el Congreso antes de trasladar la decisión a Marruecos, que fue quien la hizo pública.

Como anticipo a su comparecencia hoy en el Congreso a petición propia para dar cuenta de la postura española -el PSOE bloqueó la solicitud suscrita por varios grupos parlamentarios de que fuera el presidente Sánchez quien compareciera hoy mismo de forma urgente-, el ministro de Exteriores negó que haya habido un cambio de posición respecto al futuro del Sáhara y aseguro reiteradamente que lo que el Gobierno español defiende está «en el marco de la ONU, con la carta de Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad, para encontrar una solución mutuamente aceptable». Albares señaló que la posición adoptada por España es «muy similar» a la que mantienen otros países europeos como Francia y Alemania, que consideran que el plan de autonomía es la base «más realista» para dar solución a un conflicto que lleva enquistado 47 años.

Insistió además en que España se ha mostrado favorable a la solución de la autonomía desde que Marruecos la planteó como posible alternativa al referéndum de autodeterminación. «Zapatero recibió el plan y le dio la bienvenida», expuso, «pero no solo eso, las declaraciones conjuntas de las reuniones de alto nivel de 2012 y 2015, bajo el Gobierno del PP presidido por Rajoy, saludan los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos», añadió.

También el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, negó ayer que el Gobierno haya cambiado su posición sobre el Sáhara por el apoyo de Sánchez a la propuesta de Marruecos.

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