Casi 900 inmigrantes han llegado a las islas en 10 días
La ONG Caminado Fronteras considera que las causas se deben buscar en la estrategia de Rabat para obtener réditos políticos
El buen tiempo, el fin del ramadán o porque Marruecos flexibiliza el control de sus fronteras cuando tiene alguna negociación pendiente con Europa. Son razones que administraciones y ONG ponen sobre la mesa a la hora de analizar el aumento en las llegadas de inmigrantes a las costas canarias que se ha registrado en abril y que en los últimos diez días casi alcanza las 900 personas.
Desde el día 9 han arribado al archipiélago 1.048 personas a través de la Ruta Canaria.
La última barcaza en alcanzar las islas fue socorrida ayer por Salvamento Marítimo. En ella viajaban 41 personas de origen subsahariano -entre ellas cuatro mujeres y un bebé- que intentaban llegar a Lanzarote en una lancha neumática, según los datos aportados por EFE.
El día anterior habían sido auxiliadas 229 personas de cinco pateras y más de 600 la semana pasada.
La Delegación del Gobierno en Canarias rechaza hablar de un «repunte» del flujo migratorio y, a través de una portavoz, indica que las buenas condiciones del mar y el fin del ramadán pueden haber reactivado las salidas desde las costas marroquíes.
Estrategia de Rabat
Para la representante del colectivo Caminando Fronteras, Helena Maleno, esta explicación «es un análisis bastante simplista de la realidad canaria como frontera» y apunta que «salen con buen tiempo y mal tiempo, como pasó durante el huracán Hermine».
Entiende Maleno que las causas de este incremento registrado en abril hay que buscarlas «en la estrategia de Rabat de abrir y cerrar fronteras cuando tiene interés para seguir con ese negocio que pone personas en riesgo».
A su juicio, «es parte del juego» y recuerda que los inmigrantes que están llegando ahora «ya estaban en Marruecos esperando para salir» es decir, que se han relajado los controles en las fronteras.
Reflexión
Desde el Gobierno de Canarias, el experto en Migraciones Txema Santana apunta a la necesidad de una «reflexión con serenidad» para analizar lo que está ocurriendo, conocer más a las personas que están llegando, qué ruta han hecho o cómo opera el control de Marruecos impedir las salidas.
Señala en este sentido que, en los casi 30 años que el archipiélago lleva recibiendo pateras, «siempre ha habido repuntes, y es preciso ver si en esta ocasión es puntual o se sostiene en el tiempo».
El patrón habitual en lo que va de año, dice, son reactivaciones en las llegadas que duran 24-48 horas con cinco o seis embarcaciones y entre 250 y 300 personas. Sin embargo, abril está siendo «más intenso».
Agrega que desde principios de año, los migrantes estaban teniendo bastantes dificultades para salir de Marruecos «e incluso se les estaba deteniendo y trasladando al interior del país para alejarlos de los puntos costeros y la marina marroquí estaba interceptando de forma muy activa». Recuerda que es «frecuente» que Rabat «utilice a los más vulnerables para obtener objetivos políticos».
En cuanto a las personas que han llegado en abril, se mantiene la proporción en cuanto al origen respecto a lo que va de año: 50% magrebí y 50% subsahariano, así como el porcentaje de mujeres y niños de los últimos dos años, en torno al 26%-30%.
Lo que ya no es tan habitual, destaca Santana, son las llegadas de «embarcaciones mixtas», con magrebíes y subsaharianos a bordo. Igualmente, sorprende, dice, que frente a la proliferación de lanchas neumáticas de los últimos meses han vuelto a llegar embarcaciones de madera.
Coordinación
Por otro lado, Helena Maleno hace hincapié en la necesidad de dar una respuesta más rápida y coordinada a los rescates. «Parece que España y Marruecos se coordinan bien para el control pero se relajan en la defensa de la vida». Denuncia que la coordinación se ha reducido y los tiempos para activar medios, aun con las lanchas localizadas, son muy largos.
467 menores pendientes de que se fije su edad
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La comunidad autónoma de Canarias acoge actualmente a 2.126 inmigrantes menores de edad no acompañados, aunque no existe certeza de que todos sean menores porque un total de 467 están pendientes de que se determine si tienen menos de 18 años, según los datos facilitados por la Consejería de Derechos Sociales, que dirige Noemí Santana.
Del total de 2.126 chicos inmigrantes tuteados por el Gobierno regional, 1.696 están en centros de la comunidad autónoma y 430 en recursos insulares.
Por otro lado, Derechos Sociales apunta que desde el año 2021 se han trasladado a otras comunidades autónomas 253 menores.
El Gobierno de Canarias cuenta en estos momentos con 39 recursos de acogida en diferentes islas. Gran Canaria es la que cuenta con más dispositivos, hasta 22, frente a los 13 ubicados en Tenerife, uno en El Hierro y tres en Fuerteventura, según los datos de la Consejería.