El regreso del Sargento Pimienta
Mareas de tinta glosan estos días las bondades del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles coincidiendo con el 50 aniversario de su publicación, efeméride que lo ha devuelto al número 1 de las listas de Reino Unido.
Se dice que este disco marcó los cánones del pop y quedó insertado en el ADN de la música contemporánea. Quizá estos calificativos obedezcan a la mitomanía que envuelve a los de Liverpool. Lo cierto es que para él son todos los honores, a pesar de que los propios Beatles reconocieron el impacto que tuvo sobre ellos el maravilloso disco Pet Sounds, publicado un año antes por The Beach Boys y que ocupa el segundo lugar en la lista de los diez mejores discos de la historia de la revista Rolling Stone, tras el legendario Sgt. Pepper’s.
El disco fue un punto y aparte para el cuarteto que, harto de marabuntas, decidió inventar una nueva banda comandada por el ficticio sargento Peppers, y grabar un disco que jamás tendrían que interpretar en vivo.
La propuesta les permitió alejarse de la música frívola y yeyé, para volcar en él, a pesar de las tensiones, lo que cada uno había experimentado por separado en los meses de tregua que se regalaron tras su gira por EE UU.
Canciones tan delicadas como A Day in the Life o She’s Leaving Home surgieron tras una crisis personal y creativa que situó a los Beatles en un plano más conceptual y maduro.
Resulta agradable escucharlo porque nos hace creer que justamente es en los peores momentos cuando puede surgir lo mejor.