'Pubertat'
Crítica de televisión ·
Si 'Adolescencia' alertó a unos padres incapaces de conectar con sus hijos, 'Pubertat' incide en esa brecha generacional que las pantallas se encargan de agrandarSi 'Adolescencia' alertó a unos padres incapaces de conectar con sus hijos, 'Pubertat' incide en esa brecha generacional que las pantallas se encargan de agrandar. ... Leticia Dolera, creadora y directora de esta serie de HBO Max que va por el tercer capítulo, tiene la inteligencia de jugar con su imagen de icono feminista. Su personaje, una madre periodista y activista, concienciada hasta el tuétano, quizá no conozca del todo a su hijo de 13 años, acusado en redes junto a otros dos chavales de una agresión sexual durante una verbena.
'Pubertat' consigue que volvamos a preocuparnos por los móviles de nuestros hijos y hasta proporciona información práctica: ¿sabía que hay iconos de aplicaciones como falsas calculadoras que en realidad esconden fotos que no quieren que veamos los adultos? Dolera sitúa la acción en un marco muy concreto, una colla catalana, las agrupaciones que levantan los castells y cuyos miembros mantienen contacto a lo largo de todo el año. Una metáfora de un ente que vive de la tradición y se protege a sí mismo, pero cuya solidaridad puede esconder miserias y traumas.
Los distintos puntos de vista logran que 'Pubertat' mantenga la tensión y el misterio de un relato en el que el espectador trata de averiguar lo que ocurrió aquella noche. Pero la riqueza del guion coescrito por Leticia Dolera junto a Almudena Monzú y David Gallart va más allá de la intriga. El peso del patriarcado, los límites entre los juegos infantiles y las agresiones, el salto de la teoría a la realidad que pone en jaque nuestra ideología y la toxicidad que se cuela hasta en las familias más aparentemente progresistas son cuestiones que aborda con valentía y tacto una serie que, por favor, debe verse en su versión original en catalán.
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