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Cada vez estamos más cerca de tener un 'The Crown' en España. La veda levantada en torno a la familia real y, sobre todo, la figura de Juan Carlos I favorece a una posible ficción que de manera crítica repase la historia más reciente de los Borbones. De momento se acumulan los documentales sobre el emérito, enfatizando las sombras de una gestión que durante años se consideró indiscutible.
El último ha sido el de HBO, que pone el foco en los escándalos del emérito durante su reinado, provocados por sus negocios y por las relaciones extramatrimoniales, así como en el modo en que tanto la prensa como el Gobierno y los Servicios de Inteligencia se ocuparon de ocultar durante años. El principal incentivo de 'Salvar al Rey' son los audios inéditos a los que ha tenido acceso y que confirman hechos, de mayor o menor relevancia, que hasta el momento únicamente formaban parte de leyendas populares.
En esos audios, por ejemplo, podemos escuchar al rey Juan Carlos dirigirse a algunas de sus amantes de modo cariñoso, así como opinar abiertamente sobre cuestiones de estado y sobre dirigentes del país. Detrás de esta obra de tres episodios están Santiago Acosta y la productora Mandarina, empresa audiovisual afín al universo de Telecinco. Y eso se nota, tanto en la forma (a veces exagera la manera de exponer el relato), como en esa puesta en escena algo sombría por la que desfilan veteranos periodistas y un banquero que en otro siglo fue casi considerado dios. Coinciden todos ante la cámara en que durante mucho tiempo se miró hacia otro lado ante los desmanes del entonces ocupante de la Zarzuela.
La serie se sigue con atención porque aborda temas que durante años han sido tabúes en la conversación pública, como el pacto de convivencia entre los padres del actual rey, debido a las infidelidades de él, los verdaderos motores del 23-F (en los que se implica directamente al propio Juan Carlos I), o la forma en que el emérito presionó a Iñaki Urdangarín para que interviniera de manera poco lícita en determinados negocios. Sorprende observar a figuras como Rosa Villacastín, Iñaki Gabilondo, Pedro J. Ramírez, Casimiro García Abadillo o Luis María Ansón hablar abiertamente -ahora- de estos asuntos, que han alimentado rumores durante décadas. A ellos se unen otros perfiles como los exmiembros del Cesid, Diego Camacho o Manuel Rey, o el de Javier Ayuso, exjefe de comunicación de la Casa Real.
Al trabajo de HBO no le tiembla el pulso para poner en dudas las formas en que el rey ha logrado su fortuna económica o para narrar el chantaje al que fue sometido el CNI por parte de Bárbara Rey, que amenazaba con desvelar conversaciones íntimas con el Rey que durante años había estado grabando. Es este último punto uno de los que mayor curiosidad puede provocar en el espectador. No solo por el interés carroñero que suele acompañar a estas informaciones rosas, sino porque desvela el modus operandi de los poderes de un país para que no se conociesen asuntos turbios de su monarca.
Posiblemente sea la primera vez que se analiza de este modo la relación que mantuvieron la vedette y el Rey y se aportan pruebas sonoras sobre algunas conversaciones íntimas entre ellos, estableciendo horarios para verse o dando opiniones sobre acontecimientos de actualidad (como la fuga de Roldán). El documental asegura que los servicios de inteligencia habilitaron un chalet, continuamente vigilado, para que se encontrasen tranquilamente sin ser sorprendidos o que años después pagaron ingentes cantidades de dinero para que no se hicieran públicos los audios grabados entre ellos.
Más allá del morbo alrededor de esta relación estos hechos describen bien la impunidad de la que ha gozado Juan Carlos I durante años y de la capacidad del Estado para ocultar escándalos de esta envergadura. El documental llega, por supuesto, hasta la abdicación del Rey, propiciada las imágenes de sus cacerías en Botswana y por investigaciones fiscales. Sin embargo, según expone, este comportamiento fue desarrollándose a lo largo de todo su reinado.
'Salvar al Rey' incorpora testimonios como el de la fotógrafa Queca Campillo, que mantuvo una relación muy estrecha con Juan Carlos I, y se analiza qué papel jugó el círculo más estrecho del monarca, en especial su mano derecha Manuel Prado y Colón de Carvajal, a la hora de acumular una fortuna y de establecer negocios. El nuevo documental de HBO se propone (y se nota) no dejar indiferente a nadie y abre la puerta a seguir indagando en una familia que hasta hace apenas unos años era inviolable. También genera en el espectador las dudas sobre qué acontecimientos y de qué cálibre no somos conscientes y suceden a nuestro alrededor.
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