Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Del escritor francés Yann Moix no recordamos ninguna de sus obras, solo sus declaraciones: fue el zoquete que, hace un par de años, dijo que era «incapaz de amar a mujeres de 50 años» porque las encontraba «demasiado viejas». Acabáramos. Qué novedad. Se ve que las señoras mayores solo gustamos a las señoras mayores. Y a algún caprichoso. Pero me apuesto la crema antiarrugas a que Deborah Vance, la cómica interpretada por Jean Smart en 'Hacks', le pirra a cualquiera que tenga dos dedos de frente, sea joven o viejo, sea hombre, mujer o viceversa. Excepto al dueño de La Chocita del Loro, claro.
Vance es una cómica veterana y rica, riquísima, más que Lina Morgan, y con la misma mala leche. Diva de pelucón, lentejuela y pestaña postiza, pasa por horas bajas porque le están recortando su espectáculo en Las Vegas, e intenta refrescar su repertorio ayudada por Ava Daniels, una joven escritora de comedia que ha sido cancelada por la publicación de un tuit polémico y que se ve obligada a trabajar con Vance. Y aquí empieza la historia de dos mujeres, dos profesionales que, en un principio, se menosprecian mutuamente, pero que se necesitan para sacar adelante sus carreras estancadas.
Deborah es de la vieja escuela. Mira, como yo. Y Ava es una chavala que cumple todos los estereotipos de los millennials. Mira, como mi hijo, que me lleva frita. Que si la apropiación cultural. Que si el capitalismo salvaje. Que si la gordofobia. Que si los alimentos ecológicos. Y que si quieres arroz, Catalina: es difícil enseñar a un perro viejo trucos nuevos. Pero estos roces que surgen entre las protagonistas, esta lucha entre lo antiguo y lo nuevo, hacen que la serie avance: Ava comienza mirando a Deborah por encima del hombro con esa superioridad insolente con la que los jóvenes miran a los viejos, hasta que se percata de que Vance no solo es mucho más inteligente y mordaz de lo que ella esperaba, sino que ha sido pionera en muchos aspectos: si competir hoy en un club de tíos que piensan que las mujeres no son graciosas es difícil, antes lo era aún más. Y Deborah, que no entiende ni lo 'woke' ni sus derivados («Tengo sangre de peregrinos. Somos gente fuerte», le dice a Ava. «No sé si deberías enorgullecerte por descender de colonizadores», le responde), empieza a ver lo que hay detrás de esa mujer joven que la obliga a reinventarse como cómica, a echar la vista al pasado para llevar al escenario parte de su propia vida. Y ambas empiezan a comprender que son más cosas las que las unen que las que las separan.
Los capítulos de 'Hacks', que va por su segunda temporada en HBO Max, son treinta minutos divinamente escritos y maravillosamente interpretados. Lógico, si tenemos en cuenta que el personaje de Deborah Vance lo encarna Jean Smart, una actriz solventísima a la que este papel ha consagrado con un Emmy y un Globo de Oro (la serie se llevó también mejor dirección y mejor guion en los Emmy y otro Globo de Oro como mejor serie de comedia o musical), y Ava Daniels está interpretada por Hannah Einbinder, hija de la aristocracia de la comedia norteamericana: su padre era guionista de 'Saturday Night Live', y su madre miembro del reparto original del programa. Con esos genes, se aprende antes a hacer monólogos descacharrantes que a rellenar Cuadernillos Rubio.
El resultado es una serie lúcida y brillante; un tratado sobre la comedia dentro de la comedia protagonizada por dos mujeres inteligentes y sarcásticas que recitan diálogos más cáusticos que el salfumán: ya quisiera Yann Moix escribir como escriben Lucia Aniello, Paul W. Downs y Jen Statsky, los creadores de 'Hacks'. Y ya le gustaría al franchute que lo adoráramos como adoramos a Deborah Vance. A mí sí me gustan mayores. Y listas.
'Hacks' está disponible en HBO Max.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.