'Devil May Cry'
Crítica de televisión ·
En pocos días se han juntado en el menú de Netflix dos series increíbles, muy diferentes
En esta columna televisiva, abierta de miras, se reivindica la animación con cualquier excusa. Siempre que se puede. Así es y así seguirá siendo, porque ... el nivel es muy alto. En pocos días se han juntado en el menú de Netflix dos series increíbles, muy diferentes. La primera temporada de 'Devil May Cry', basada en el conocido videojuego homónimo de Capcom, y la cuarta sesión de 'Love, Death & Robots', irregular como es habitual, pero con algunas piezas fascinantes.
La primera propuesta, con estética de anime, en inglés en su versión original, es un buen ejemplo de cómo hacer bien los deberes. Personajes con carisma, principales y secundarios, buen suspense y acción. Es decir, un cuidado guion, envuelto con una técnica excelente. Un antihéroe, mitad humano y mitad demonio, descubre su condición enfrentándose a un ejército diabólico que pone en peligro el devenir del planeta Tierra.
El sexto episodio, cuyas imágenes describen sin diálogos el origen del villano de la función, es excepcional. Viendo este tipo de material, entretenido y certero en su objetivo, que se quite 'Thunderbolts'. El futuro de los blockbusters va por aquí en la futura historia del medio audiovisual, ya sean dibujos animados o live action, como la versión en carne y hueso de 'One Piece'.
A lo largo de ocho episodios, 'Devil May Cry' atrapa y sabe aprovechar al máximo los mínimos recursos en su campo. 'Love, Death & Robots', por su parte, vuelve a ser un llamativo catálogo de diferentes estilos en un ámbito en constante expansión, gracias a los avances tecnológicos en el terreno de la imagen. La selección supone una atractiva panorámica, con algunos cortos mejor que otros, siempre curiosos (a destacar 'La otra gran cosa'). Y en nada se estrena la nueva temporada de 'Rick y Morty'.
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