Eduard y Antonio
Crítica de televisión ·
Se sienten a gusto frente al micrófono y tienen una visión del mundo y de la vida que les gusta compartir
Una entrevista es un acto de generosidad. En el caso de los actores, hay quien atraviesa el mal trago a base de lugares comunes; si ... el contrato que firmó no le obligara a hacer promoción, no se pondría delante de una grabadora. Otros intérpretes, en cambio, se sienten a gusto frente al micrófono y tienen una visión del mundo y de la vida que les gusta compartir.
Según mi experiencia personal tras unas cuantas entrevistas con él, Eduard Fernández es de los primeros. Por eso tiene tanto mérito que el actor se haya sincerado sobre sus adicciones en una charla conmovedora con Jordi Èvole. Una casa en la montaña, una tortilla de patatas y una chimenea crepitante. Qué bien estructura cinematográficamente sus entrevistas íntimas el periodista catalán, que formuló al protagonista de 'Marco' y 'El 47' la gran pregunta que siempre hay que hacer a un actor: «¿Cómo sé que ahora no estás actuando?».
El ganador de cuatro Goyas no tenía ninguna necesidad de aceptar la entrevista ni de abrirse en canal y recordar su infierno con el alcohol y la cocaína. Lo hizo para concienciar a otros adictos y rogarles que pidan ayuda profesional, como hizo él. Quizá algunos vean exhibicionismo sentimental en sus palabras, pero es que la materia prima de los actores son las emociones.
Esa misma noche del domingo, otro actor de éxito, Antonio Banderas, también aparecía en la pequeña pantalla. En plena promoción del musical 'Gipsy', el malagueño podía haber elegido cualquier programa, pero se decantó por 'Cuarto milenio'. Su presencia blanquea el espacio de Iker Jiménez, propagador de bulos y desinformación que llevó a límites abyectos el tratamiento informativo de la dana de Valencia. Qué decepción, Antonio.
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