Vuelve 'Borat': humor irreverente y salvaje con Trump en el punto de mira

Catorce años después, Baron Cohen recupera a Borat, el periodista de Kazajistán, en 'Borat: Subsequent Moviefilm' y lo hace poniendo el foco en Donald Trump en el voto conservador. Lo cierto es que la película, que se ha estrenado directamente en Amazon Prime Video, funciona como secuela salvaje y desvergonzada, a pocos días de que se celebren las elecciones de Estados Unidos. Larry Charles, responsable de 'Borat', 'Brüno' y 'El dictador', abandona la silla de director en la que se ha sentado Jason Woliner, responsable de algún episodio de 'Lo que hacemos en las sombras'.

De planteamiento sencillo, lo más encomiable es que la película funciona perfectamente a dos niveles. En el ficticio tenemos a Borat, que lleva catorce años de trabajos forzados tras desprestigiar a su país con la película original. El presidente de Kazajistán decide darle una nueva oportunidad para redimirse y le cuenta que, pese a que Barack Obama había arruinado a Estados Unidos, la llegada de Donald Trump ha vuelto a poner los valores americanos en la posición que merecen. ¿El problema? Trump se ha reunido con los más grandes: Putin, Bolsonaro, Kim Jong-Un, Kanye West. Con todos, excepto con el excelentísimo mandatario de Kazajistán. La misión de Borat será regalar a Michael Pence, vicepresidente de EE UU, al mono Johnny, ministro de Cultura de su glorioso país. Así las cosas, Borat debe viajar de nuevo al país de las oportunidades. El problema es que cuando llega descubre en la caja del mono a su hija Tutur (Maria Bakalova), quien ha dado buena cuenta del simio durante la travesía. Atemorizado por las posibles represalias y conocedor de los gustos mujeriegos de Pence, Borat decide entregar a su hija como regalo. Y ésta, encantada. «Al fin seré como Melania en su jaula de oro», llega a decir.

A partir de ahí, el filme vuelve a confrontar el machismo y la misoginia de Borat con la cultura estadounidense, dejando claro que no están tan alejadas y sorprendiendo salvajemente al espectador, que navega entre la carcajada y la vergüenza ajena. Conscientes de que a Borat los estadounidenses ya le reconocen en la calle, la exigencia de ocultar su identidad tras nuevos disfraces es una constante. Borat no tiene problemas en entrar en una tienda y pedir una jaula, que se amolde a las necesidades de su hija, preguntar cuántas bombonas de propano se necesitarían para matar a veinte judíos o pedir a una pastelera que decore una tarta con la frase 'Los judíos no nos reemplazarán'. Lo más demoledor es que todos estos personajes reales, algo sorprendidos al principio, participan de las locuras del personaje sin rubor alguno.

No solo eso. Logra hospedarse en la casa de dos 'rednecks' duros de mollera, en una concentración contra las vacunas y en favor de la libertad, se atreve a cantar contra los Obama y los Clinton y a desear que la covid-19 o los saudíes hagan con ellos lo mismo que hacen contra los periodistas, mientras el populacho ríe y canta al son, alguno que otro levantando el brazo. Y aunque el encuentro con Michael Pence queda algo desdibujado, sigue teniendo su gracia.

Pero es sin duda el trabajo de Maria Bakalova como Tutur el que más novedades arroja en la cinta. Gracias a la hija de Borat, y al progresivo trabajo de la pareja para adecentarla de cara a Pence, podemos asistir a entrevistas con sugar babies e influencers como Macey Chanel, coach de debutantes en la alta sociedad como la doctora Jeanie, asistir a un emperifollado baile de pijos, a una clínica de cirugía estética con un cirujano algo salido o a un centro de salud dedicado a la mujer donde el especialista dice que «Dios crea vida y no comete errores», pero hace oídos sordos, otra vez con la cámara delante, a que una criatura vaya a llegar al mundo tras una relación incestuosa entre un padre y su hija.

Y es, precisamente, Maria Bakalova quien lleva la voz cantante en el fragmento final de la cinta, en una entrevista al exalcalde de Nueva York y abogado de Donald Trump, Rudolph Giuliani, que, no exageramos, hiela la sangre. Decíamos que la película funciona en ambos niveles, porque su resolución en lo ficticio es tremendamente divertida también. Merece la pena.

'Borat: Subsequent Moviefilm' está disponible desde hoy mismo en Amazon Prime Video.