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Demi Moore empezó como modelo de la agencia Elite cuando era menor de edad.
La vida al límite de Demi Moore

La vida al límite de Demi Moore

La actriz descubre en sus memorias que fue violada de niña, sus múltiples adicciones y la mala suerte que ha tenido con sus tres maridos

Sábado, 18 de enero 2020

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Demi Moore tiene hoy 57 años, trabaja sobre todo en televisión –las series 'Animals' y 'Empire'– y hay que remontarse a 2011 con 'Margin Call' para encontrar una película suya con algo de repercusión. Su década fueron los 90, que inauguró con el pelotazo de 'Ghost'. La protagonista de 'Acoso', 'Una proposición indecente' y 'Striptease' llegó a ser la actriz mejor pagada de Hollywood y una presencia fija en las páginas de cotilleos por sus matrimonios con Bruce Willis y Ashton Kutcher. Un icono sexual que vendió fortaleza y determinación feminista, moldeando su cuerpo para 'La teniente O'Neil' o posando desnuda y embarazada de su segunda hija en 1991 ante la cámara de Annie Leibovitz en la portada de 'Vanity Fair', una de las más plagiadas de todos los tiempos.

'Inside Out. Mi historia' es el título de las memorias de la actriz, que la Editorial Roca acaba de publicar en España. La sinceridad y la falta de pudor caracterizan este recuento tremendista, que incluye violaciones, drogadicción, enfermedades, infidelidades y enfrentamientos familiares. Hija de una madre adolescente, Demetria Gene Guynes voló de casa a los 16 años y fue tan precoz con los hombres como con unas adicciones que le han acompañado durante toda su vida. El libro arranca cuando está a punto de cumplir 50 años y pesa 43 kilos. Kutcher le ha sido infiel, sus tres hijas no le hablan y su carrera está en punto muerto. Así que en un fiesta aspira óxido nitroso y fuma hierba sintética con ánimo suicida. Directa al hospital por sobredosis.

Flashback vital. Hija de padres alcohólicos y violentos que se mudaban cada cierto tiempo de ciudad para huir de las deudas, Demi Moore se recuerda metiéndole los dedos en la garganta a su madre para obligarla a vomitar las pastillas que había ingerido con la intención de suicidarse. A los 14 años, descubrió que su padre era en realidad su padrastro. Ya en California, conoce a Nastassja Kinski, que Polanski había traído a Estados Unidos para que protagonizara 'Tess'. La seguridad de aquella chica dueña de su propia sexualidad la deslumbra y sueña con ser actriz como ella. Moore cuenta que cenó en un par de ocasiones con el director polaco, que se comportó «como un caballero». También reconoce que en aquella época «mantener relaciones con chicas menores de edad era la norma».

Demi Moore fotografiada el pasado mes de mayo en la gala del MET en Nueva York. La actriz, de juerga junto a segundo marido Bruce Willis y Jack Nicholson en 1998 y embarazada de su segunda hija en la icónica portada de 'Vanity Fair' en 1991.
Imagen principal - Demi Moore fotografiada el pasado mes de mayo en la gala del MET en Nueva York. La actriz, de juerga junto a segundo marido Bruce Willis y Jack Nicholson en 1998 y embarazada de su segunda hija en la icónica portada de 'Vanity Fair' en 1991.
Imagen secundaria 1 - Demi Moore fotografiada el pasado mes de mayo en la gala del MET en Nueva York. La actriz, de juerga junto a segundo marido Bruce Willis y Jack Nicholson en 1998 y embarazada de su segunda hija en la icónica portada de 'Vanity Fair' en 1991.
Imagen secundaria 2 - Demi Moore fotografiada el pasado mes de mayo en la gala del MET en Nueva York. La actriz, de juerga junto a segundo marido Bruce Willis y Jack Nicholson en 1998 y embarazada de su segunda hija en la icónica portada de 'Vanity Fair' en 1991.

Ella lo experimentó a los 15 años, cuando fue violada por un hombre que le triplicaba la edad. «El incidente en sí tal vez duró minutos, puede que horas, pero su impacto perdura para toda la vida», reflexiona. Lo más doloroso fue descubrir poco después que su madre la había vendido al violador por 500 dólares. Después, cuando sea famosa, también venderá sus fotos e intimidades. «Cuando tu madre te prostituye te sientes huérfana», lamenta. Al suicidio del que creía su padre biológico se sucede la huída del malsano nido familiar con el músico Tom Dunston, doce años mayor que ella. Meses después se casa con Freddy Moore, guitarrista de The Kats, que le dobla la edad y de quien tomaría el apellido. La noche anterior a casarse, Demi se escabulle de su despedida de soltera para acostarse con otro hombre. «No me veía capaz de escapar de la boda, pero sí de sabotearla».

Desórdenes alimenticios

Modelo de la agencia Elite, la actriz comienza a beber cuando trabaja en el culebrón 'Hospital general' y se inicia en el consumo de cocaína en el rodaje en Brasil de 'Lío en Río', de Stanley Donen, donde Michael Caine hacía de su padre. «La película era la fantasía de un viejo verde, hoy sería imposible rodar algo así», admite. A los 21, pide el divorcio, su exmarido se enrolla con una chica de 14 y ella inicia un romance con Rob Lowe rodando 'St. Elmo, punto de encuentro'. Después vino la anulación de su boda con el actor Emilio Estévez cuando ya se habían enviado las invitaciones, su primer ingreso en una clínica de desintoxicación y los problemas de aceptación de su físico, que la llevaron a sufrir desórdenes alimenticios. «Utilizaba la comida como una manera de castigarme por todo lo horripilante y sucio que veía en mí», escribe.

Con Bruce Willis, por entonces una estrella emergente gracias a 'Luz de luna', comparte una infancia traumática (el actor fue un niño tartamudo) y el afán de quemar las noches de Los Ángeles. Ambos proceden de familias pobres y se resarcen gastando millones con el desdén del nuevo rico. Jets privados, viajes por Europa y resacas de champán. Su boda en los estudios de la Warner contó con Little Richard de oficiante y Annie Leibovitz de fotógrafa. Juntos tuvieron tres hijas, Rumer, Scout y Tallulah.

Ashton Kutcher, quince años más joven que ella, ha sido el último hombre de Demi Moore, quien finiquitó el matrimonio tras consentir los tríos sexuales del actor, tragarse sus infidelidades públicas y sufrir un aborto que le llevó a consumir doce pastillas diarias de Vicodin. Reconciliarse con su madre, con quien estuvo una década sin hablarse, enrolarse en la secta La Cábala de la mano de Madonna y salir a flote tras tres años sin ver a sus hijas ocupan las últimas páginas de una vida consumida deprisa. «Ya he sobrepasado los cincuenta y cinco y he vivido más que mis padres», concluye.

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