Sigourney Weaver, una inteligencia prodigiosa, un talento insuperable

Nacida en Manhattan, en 1949, su nombre real es Susan Alexandra Weaver. Hija de un importante productor televisivo y de una actriz británica, su tío fue el actor y cómico Doodles Weaver. Sigourney Weaver vivió una infancia nómada, de ciudad en ciudad, sin raíces. De adolescente estaba frustrada por su estatura. Dice que a los 11 años ya llegaba al 1,80 y, encima, era mala jugando al baloncesto. Fue a clases de baile hasta que supo «centrarse» y, debido a su timidez, estaba en el grupo de los raritos del instituto. En 1963 cambió su nombre por Sigourney, después de leer la novela de F. Scott Fitzgerald, 'El gran Gatsby': «Era muy alta y necesitaba un nombre más largo», diría con ironía, aunque la realidad es que no pensaba cambiárselo para siempre. «Era una de esas cosas que hacen los niños para reinventarse», llegó a comentar. A esa edad fue por primera vez a un terapeuta porque sus padres decían que no podían comunicarse con ella. «¡Ningún adolescente quiere contarle cosas a sus padres!», se defendía. Pero le cogió el gusto: «Todo el mundo debería ir a terapia».

Comienza a interesarse por el teatro en el instituto y en 1964 actúa en algunas de las obras teatrales del centro. Al graduarse en la escuela, en 1967, estuvo durante un tiempo en Israel. Aunque su primera vocación fue la de periodista porque, según confesó, le gustaba contar historias, pronto se decantó por la interpretación.

Tras trabajar en el teatro y en la televisión, se pone por primera vez ante una cámara de cine en 'Manhattan' (1979), de Woody Allen. Pero sería 'Alien, el octavo pasajero' (1979) y sus secuelas, la saga que la consagraría como una de las grandes estrellas del cine de los ochenta. Fue Ridley Scott quien contactó con ella ya casi en la treintena porque quería a alguien desconocido. La teniente Ripley a la que dio vida es considerada la primera heroína moderna y el personaje lanzó definitivamente su carrera.

Pero Weaver no se quedó ahí y continuó trabajando en películas como 'El año que vivimos peligrosamente', 'Cazafantasmas' y, sobre todo, con 'Gorilas en la niebla' y 'Armas de mujer', por las que defendió una doble candidatura al Oscar en 1988 en las dos categorías femeninas y obteniendo el Globo de Oro por ambas películas. El 1 de octubre de 1984 contrajo matrimonio con Jim Simpson, teniendo una hija en común, Charlotte Simpson, nacida el 13 de abril de 1990, formando una de las parejas cinematográficas más estables de Hollywood.

Con el cambio de década Weaver espacia más sus trabajos. En 1992 rueda en España a las órdenes de Ridley Scott '1492: la conquista del paraíso', en donde interpreta a Isabel la Católica. En esa década aparece también en películas como 'Dave, presidente por un día', de Ivan Reitman, 'La muerte y la doncella' (1994), a las órdenes de Roman Polanski, 'Copycat' (1995), en la que interpretaba a Helen Hudson, que padecía de agorafobia; o en 'La tormenta de hielo' (1997), dirigida por Ang Lee y por la cual ganó una nueva candidatura al Globo de Oro como mejor actriz de reparto y el BAFTA en la misma categoría. Le seguirían 'Blancanieves, la verdadera historia' (1997) de Michael Cohn o 'Un mapa del mundo', con Julianne Moore, por la que fue de nuevo candidata al Globo de Oro. En 2009 trabaja de nuevo con James Cameron (que la había dirigido en 'Aliens'), en 'Avatar', que se convertiría durante un tiempo en la película más taquillera de la historia. También en 2009 Weaver vuelve a ser nominada al Globo de Oro, ahora como mejor actriz de miniserie o telefilme, al Emmy a la mejor actriz protagonista de miniserie o telefilme y al Premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz de miniserie o telefilme por el telefilme 'Prayers for Bobby'.

En septiembre de 2011 estrena la cinta de acción 'Sin salida' protagonizada por Taylor Lautner, en la que interpreta a la Dra. Bennett, e interviene en la película cómica 'Vamps' en la que también aparece Alicia Silverstone. En 2012 estrena la cinta de acción 'Rampart', con Woody Harrelson, 'La fría luz del día', junto a Bruce Willis, rodada en Alicante, y el filme dirigido por el español Rodrigo Cortés en Barcelona 'Luces rojas', en cuyo reparto están Robert De Niro y Cillian Murphy. Además protagoniza la miniserie 'Political animals' y la cinta de terror fantástico de culto 'La cabaña en el bosque', de Drew Goddard, 'Exodus: Dioses y reyes', de nuevo con Ridley Scott y en 2015 regresa a España para rodar en Tarrasa a las órdenes de J. A. Bayona 'Un monstruo viene a verme'. En 2014 retoma el papel de Ripley por primera vez en 17 años poniendo su voz en el videojuego 'Alien: Isolation'​ y confirma que aparecerá en las nuevas secuelas de 'Avatar', de James Cameron, además de una nueva entrega de 'Cazafantasmas', 'My Salinger Year' y 'The Good House'.