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Cartel de 'Los raíles del crimen'.
'Los raíles del crimen', el 'polar' de Costa-Gavra

'Los raíles del crimen', el 'polar' de Costa-Gavra

Lunes, 19 de agosto 2019

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El cineasta franco griego Constantin Costa-Gavras nació en Lutra-Iraias (Atenas) el 13 de febrero de 1933. Estudia en la Universidad de La Sorbona en París, donde se licencia en Literatura, para pasar después al Instituto de Altos Estudios Cinematográficos (el famoso IDHEC de París que tantos grandes cineastas ha dado) comenzando a trabajar como ayudante de dirección de directores franceses como Henri Verneuil, Jacques Demy y René Clément.

Precisamente es con la película 'El día y la hora', de René Clément, en la que trabaja de ayudante, le permite conocer a Simone Signoret e Yves Montand, con los que trabará una amistad duradera. Es en esa época cuando Costa-Gavras comienza a plantearse la posibilidad de dirigir cine. Con ese fin escribe la adaptación de la novela policiaca 'Los raíles de la muerte' de Sébastien Japrisot, cuya lectura le había fascinado, y que se había publicado en 1962.

Un poco para probarse a sí mismo como guionista y un poco como un juego, descubre que el libro no funciona desde el punto de vista dramático por lo que hace un guion a su manera, sin preocuparse de pedir los derechos de la obra. El propio Costa-Gravras recordó todo lo que vino después: «Fue rocambolesco. Empiezo a trabajar con Clément, entrego el guion, para que lo encuadernara, a una secretaria que a su vez trabajaba para Julien Derode, director de los Estudios Billancourt, y ella se lo da a leer sin decirme nada. Julien me envía un telegrama desde Italia: el guion es interesante y quiere reunirse conmigo. Le explico que he hecho todo eso sin tener los derechos del libro.'Tú estás loco', me dice Julien. Me pregunta si conozco a algún actor. Le dije que, en mi opinión, Jacques Perrin sería perfecto para el papel del joven, y Catherine Allegret, hija de Simone Signoret, para la muchacha. 'Deberíamos preguntárselo a la madre', dijo Julien. Tras haber leído el guion, Simone no solo dio el consentimiento para que interviniese su hija, sino que me pidió un papel para ella».

Costa-Gravas recuerda como el resto vino rodado, «de un modo imprevisible y milagroso: Ives Montand me preguntó si había un pequeño papel para él, y después hubo otros que, como si hubiese corrido la voz, empezaron a pedirme si había algo para ellos. Y fue así como François Arnould, Daniel Gelin, Marcel Bozzufi, George Geret, Charles Denner y Claude Mann coincidieron en este filme decididamente especial, junto a Perrin, Montand y Signoret. Fue una película hecha desde la amistad».

La película se rueda en los primeros meses de 1965 en estudios de Paris y exteriores de la zona. En ella se narra como una muchacha llamada Bambi (Catherine Allégret) sube en Avignon al tren de noche que va desde Marsella hasta París. En el mismo compartimento viajan Eliane Darrès (Simone Signoret), una actriz ya veterana que regresa de recorrer los escenarios de su próxima película; Georgette Thomas (Pascale Roberts), la atractiva representante de una marca de perfumes, otros dos pasajeros: René Cabourg (Michel Piccoli) y Bob Rivolani (Paul Pavel). Bambi aprovecha la sexta cama que queda libre para deslizar en ella a Daniel (Jacques Perrin), un joven que viaja sin billete. A la mañana siguiente, cuando el tren llega a París y Daniel regresa a su compartimento para recoger su maleta, descubre el cadáver de Georgette y, atemorizado por su situación irregular, se aloja en el apartamento de Bambi. El inspector Grazzi (Yves Montand) asume la investigación bajo las órdenes del comisario Tarquin (Pierre Mondy) y con la colaboración del ayudante Jean-Lou Gabert (Claude Mann). Un primer examen del cadáver y sus pertenencias descarta el robo apunta que el crimen puede haber sido obra de un sádico. La policía pide que los demás pasajeros se pongan inmediatamente en contacto con la comisaría. El primero en hacerlo es el inquietante Cabourg, pero apenas ha llamado desde una cabina telefónica, es asesinado en los lavabos del recinto en el que acababa de presenciar un combate de boxeo. Grazzi y Jean-Lou visitan entonces a Eliane, que convive con Eric Grandin (Jean-Louis Trintignant), un joven gigoló aparentemente ajeno al conflicto. Durante el interrogatorio ella revela que oyó la voz de un joven pero poco después de su declaración es atrapada dentro del ascensor y muere acribillada por un desconocido. La misma suerte corre Rivolani, es siguiente testigo, y ya solo quedan Bambi y Daniel como sospechosos.

'Los raíles del crimen' es una película en la mejor tradición del 'polar' o cine negro francés, en la que nada es lo que parece. La película supuso el primer encuentro de Costa-Gavras con una serie de actores que le acompañarán a lo largo de sus películas: Ives Montand, Jacques Perrin, Jean-Louis Trintignant, Marcel Bozzuffi o Charles Denner. Se estrena en París el 17 de noviembre de 1965 y es un éxito inmediato, lo que provoca su estreno por el resto de Europa e incluso en Estados Unidos (En Nueva York lo hace el 7 de marzo de 1966 obteniendo también excelentes críticas). En España aún tardaría años en estrenarse y aun así convenientemente 'aligerada' por la insinuación de homosexualidad de uno de los personajes.

Aunque la película ya contenía algunas insinuaciones de denuncia política, sería en sus siguientes obras cuando Costa-Gavras se decantaría abiertamente por el género que le ha dado fama: 'Z', 'La confesión', 'Estado de sitio', 'Desaparecido', 'Amén', 'El capital'…

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