'Rondallas', la película que te deja una sonrisa después de haber llorado
Crítica de televisión ·
Daniel Sánchez Arévalo, el director de 'Azul oscuro casi negro' y 'Primos', regresa en estado de gracia con la comedia que España necesita en este momentoQuédense con el nombre, como de otra época: 'Rondallas'. Daniel Sánchez Arévalo, el director de 'Azul oscuro casi negro' y 'Primos', regresa en estado de ... gracia con la comedia que España necesita en este momento. Una fábula ambientada en un pueblo costero de Pontevedra que habla de segundas oportunidades y de mantener unido el espíritu de una comunidad. Una de esas raras películas que consiguen hacerte salir del cine con una sonrisa después de haber llorado. Qué difícil es lograr que todos los personajes de esta historia coral tengan alma. Vecinos marcados por el naufragio de un pesquero que dejó huérfanos y viudas.
Hasta que a uno de los supervivientes (Javier Gutiérrez) se le ocurre resucitar la rondalla local, una agrupación folclórica que toca y desfila en concursos con las de pueblos vecinos. Suena a 'feel good movie', pero Sánchez Arévalo retrata a un país en duelo, donde llevar dinero a casa es una quimera, los jóvenes han perdido la esperanza y hasta se autolesionan, y se vive de recuerdos. Ah, y para colmo llueve todo el tiempo.
'Rondallas' toca el corazón gracias a personajes brillantemente escritos y mejor interpretados, como esa madre coraje percebeira que interpreta María Vázquez, siempre creíble, y sobre todo el guarda rural y abanderado de la agrupación tierno y sin muchas luces encarnado con la energía de las grandes estrellas por Tamar Novas, que debería ganar su segundo Goya tras el conseguido por 'Mar adentro'.
'Rondallas' ha logrado en el Festival de San Sebastián que se viniera abajo el Velódromo de Anoeta, el cine más grande del mundo con 3.000 espectadores. Ya solo falta que cuando se estrene en salas el próximo 1 de enero su efecto balsámico apacigüe esta España crispada.
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