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La gran prueba de fuego para comprobar cómo celebrar un gran acontecimiento cultural en pleno rebrote de la pandemia arranca este viernes. El Festival de Málaga, la principal cita en el calendario del cine español, tenía programada su 23 edición del 13 al 23 de marzo. La inauguración, prevista dos días antes del confinamiento total el 15 de marzo, se retrasó con la promesa de encontrar una fecha en la que el certamen pudiera transcurrir con normalidad. No ha sido así y Málaga se celebrará en una de las provincias andaluzas donde el número de positivos por Covid-19 experimenta un mayor crecimiento. Público, invitados y periodistas deberán acostumbrarse durante diez días a estrictas medidas de seguridad.
Málaga servirá como campo de pruebas para los inminentes festivales de Venecia y San Sebastián. José Luis Rebordinos, director del Zinemaldia, ya ha adelantado que estará en la capital de la Costa del Sol para ser testigo in situ del experimento. Otros certámenes han optado por celebrarse de manera virtual en internet, pero Málaga no ha renunciado a las proyecciones, las ruedas de prensa y los encuentros. El desbarajuste en las fechas ha obligado a renunciar a unas películas y a contratar otras. Desde hace unas ediciones, el festival se ha rebautizado Cine en Español y no solo Cine Español, abriendo su programación a Latinoamérica. La presencia de invitados del otro lado del charco se resentirá por la dificultad de viajar estos días. El precio de las entradas, reducido a la mitad, es un acicate para los malagueños.
Pocas ciudades se vuelcan tanto en un festival como Málaga. Las hordas de público que siguen cada tarde la alfombra roja en el teatro Cervantes desaparecerán porque los photocalls se desarrollarán sin público en el hotel Miramar. «Será un festival tan amable como siempre, pero además muy seguro», adelanta su director Juan Antonio Vigar, que tiene que bregar con las limitaciones de aforo al 65% vigentes en los teatros y cines andaluces. De las 201 películas programadas en marzo se mantienen el 75%, unas 152, mientras la sección oficial reduce el número de títulos de 20 a 16. La alianza con FlixOlé permitirá mostrar en la plataforma de internet, que patrocina el Premio del Público, algunos de los filmes premiados a lo largo de la historia del festival.
'La boda de Rosa' descorrerá el telón el viernes, el mismo día que llega a los cines. Icíar Bollaín regresa al tono ligero y de reivindicación feminista de su ópera prima, 'Hola, ¿estás sola?', con la historia de una mujer desbordada por su familia y su trabajo que rompe con todo para hallar paz y autoestima. Candela Peña estará si duda en los Goya por su papel de modista que retorna a su pueblo para casarse consigo misma. Daniel Calparsoro presentará 'Hasta el cielo' en Málaga poco antes de su estreno el 2 de septiembre. Miguel Herrán, Carolina Yuste y Luis Tosar protagonizan esta crónica de la ascensión en el mundo del lumpen de un chaval del extrarradio madrileño loco por los coches y el dinero fácil. El buen pulso del director vasco brilla de nuevo en las escenas de acción y en una selección musical con la escena nacional del rap delante y detrás de las cámaras.
'Los europeos' une a un clásico fundamental del cine español, Rafael Azcona, y a uno de sus jóvenes directores más talentosos, Víctor García León. La Ibiza prehippie de finales de los 50 es el escenario de esta adaptación de la novela del guionista logroñés, en la que dos españolitos de la época, encarnados por Raúl Arévalo y Juan Diego Botto, tratan de ligar con las extranjeras. Otras de las películas españolas del año será sin duda'Las niñas', ópera prima de Pilar Palomero, que regresa a su Zaragoza de los 90 para contar el despertar a la sexualidad de una niña en un colegio de monjas en un tiempo en que convivían el Padrenuestro y el 'póntelo, pónselo'. Una sensible historia de iniciación llena de verdad que se estrenará en salas el 4 de septiembre.
Achero Mañas, ausente de las pantallas desde que dirigió hace una década 'Todo lo que tú quieras', regresa con 'Un mundo normal', en la que Ernesto Alterio roba el ataúd con el cuerpo de su madre para arrojarlo al mar, tal como era su deseo. Por su parte, David Trueba ambienta 'A este lado del mundo' en la Melilla de las vallas donde se estrellan los sueños de los inmigrantes. Su protagonista es un joven ingeniero enviado por su empresa (Vito Sanz), un personaje parecido al que encarna Raúl Arévalo en 'Black Beach', de Esteban Crespo, que recibe el encargo de mediar en el secuestro del ingeniero de una petrolera americana en África. En la apetecible sección de documentales encontramos títulos tan urgentes y necesarios como 'Cartas mojadas', rodado a bordo del barco de la ONG Open Arms que salvó a 550 personas de un naufragio en el Mediterráneo, o 'Eso que tú me das', en el que el periodista Jordi Évole recibe la llamada de Pau Donés veinte días antes de morir para grabar una última charla en su casa del Valle de Arán.
La retrospectiva al director mexicano Arturo Ripstein, que además compite con su último trabajo, 'El diablo entre las piernas', y los premios honoríficos a la actriz Kiti Manver, el director Carlos Marques-Marcet y la diseñadora de vestuario Tatiana Hernández completan la agenda del festival, que aplazará la entrega del Premio Málaga al actor y director mexicano Gael García Bernal, así como la Biznaga honorífica a Javier Fesser. Las fiestas nocturnas y el glamour asociado al certamen también deberán esperar a la vacuna.
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